Leandro Furundarena: “El problema es que muchos comerciantes tienen miedo, entonces creen que efectivamente los pueden clausurar»

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A partir de las restricciones horarias y de circulación, sumado a la decisión de determinar algunos rubros comerciales como esenciales y a otros no, un grupo de comerciantes marplatenses decidieron mantener sus puertas abiertas más allá de las decisiones que pueda tomar el gobierno nacional.
El abogado Leandro Furundarena, quien cuenta con un comercio en calle San Juan de Mar del Plata, se transformó en el referente de dicho movimiento y dialogó con Sendero Regional al respecto, teniendo en cuenta que a pesar de las actualidades diferentes, varios comerciantes de Necochea, Lobería, Balcarce y San Cayetano han presentado inquietudes similares.

-¿Cómo surgió esta movida en la que proponen que los comercios no cierren sus puertas más allá de que sean considerados de rubros esenciales o no?
«Esto surgió aproximadamente en el mes de mayo del año pasado. En calle San Juan somos un grupo de comerciantes muy unidos y pensamos que no podíamos seguir cerrados, nosotros cumplimos con las medidas que se estaban llevando a cabo en bancos, supermercados y demás, entonces  ahí empezamos a preguntarnos por qué algunos son más esenciales que otros, o por qué se da una competencia desleal cuando por ejemplo en ciertos supermercados te venden ropa y el que tiene un local de venta de ropa, no podía abrir. En ese sentido se daba una diferenciación notable en cuanto a lo que era esencial y lo que era no esencial. Podemos decir que hay productos que sean más esenciales que otros, porque hacen a las necesidades básicas que el ser humano necesita, pero no podemos distinguir entre los trabajos  que son o no esenciales y creo que es importante hacer una salvedad sobre esto. A partir de ese momento nos juntamos con el intendente de Mar del Plata y le dijimos que íbamos a abrir más allá de lo que decida el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, motivo por el cual esto ya no iba a quedar a merced de una decisión política/sanitaria/económica y así fue que abrimos en mayo del año pasado. Empezamos a trabajar, fuimos los primeros en abrir en nuestra zona comercial y después se empezaron a sumar otros centros comerciales. Nosotros no habíamos vuelto a cerrar hasta las nuevas restricciones y la decisión que nosotros tomamos es firme, nosotros no vamos a cerrar, ya quedó demostrado que la gente no se contagia cuando va a comprar ropa a un local. En mi caso yo tengo un local de joyería y relojería, y al margen de que estoy todo el tiempo limpiando la mercadería, entran de a una persona, tienen un trapo con lavandina, entran con el barbijo, alcohol en gel, la gente no se contagia y sumado a que las deudas siguen siendo exigibles al igual que los impuestos, se acumulan, hay falta de liquidez porque obviamente la gente no prioriza este tipo de bienes, nosotros teníamos que tener nuestros locales abiertos porque teníamos que hacer frente a las obligaciones que uno tiene que afrontar día a día, al margen de la realidad que se está viviendo a nivel mundial”.

-¿Es ilegal determinar la imposibilidad de abrir a determinados rubros? ¿Cuáles serían los artículos de la Constitución que se están afectados?
“Cuando hablamos de qué artículos constitucionales salen en defensa del derecho a trabajar y el derecho a circular, encontrándose por encima del decreto presidencial, que justamente lo que hace es prohibir, vulnerar, cercenar o restringir aquellos derechos mencionados, podemos abocarnos a los siguientes: primero tenemos el artículo 14 de la Constitución Nacional, el cual empieza diciendo que ’todos los habitantes de la Nación, gozan de los siguientes derechos, conforme las leyes que reglamente su ejercicio’ y esta palabra es muy importante porque quiere decir que hay ciertas leyes que reglamentan el ejercicio a trabajar, por ejemplo las habilitaciones que uno debe tener en un comercio, a circular, por ejemplo el carnet que uno debe tener, la licencia de conducir, o la documentación del auto, son leyes que reglamentan el ejercicio para poder hacer uso de esos derechos. Un decreto no tiene la misma fuerza que una ley, porque una ley tiene que pasar por una cámara, se tiene que aprobar con una mayoría, tiene que pasar por la otra cámara, que también lo apruebe y después hay 10 días donde el presidente puede ejercer su derecho a veto. Con los DNU no pasa lo mismo, basta con que la comisión bicameral permanente lo ratifique, motivo por el que vemos que hay un atropello a la división de poderes, siendo mucho más fácil que se pueda aprobar un decreto a que se pueda llegar a sancionar una ley, y ese es el primer problema que vemos. Y como generalmente el gobierno que se encuentra de turno suele tener mayoría en alguna de las dos cámaras, esto va a suceder siempre. El otro artículo que se viola es el 28, el cual dice que las garantías de los derechos que se encuentren enumerados en la constitución, no podrán ser afectados por las leyes que reglamente su ejercicio, todos los que son anteriores a este artículo 28. Después tenemos también el 31, que lo que dice es que la Constitución Nacional, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con potencias extranjeras, son Ley suprema, y también podemos hacer mención al artículo 36. Estos artículos dejan en evidencia que el decreto no puede estar por encima de la Constitución Nacional, sino que además la emergencia ya se encuentra reglamentada, por ejemplo en el artículo 23, que habla del Estado de Sitio, en el cual quedan suspendidas las garantías constitucionales, pero que en ese caso no se pueden aplicar penas, por lo que no podrán aplicar sanciones económicas a los comerciantes. Si quieren que nosotros suspendamos nuestras garantías constitucionales, decreten el Estadio de Sitio, cosa que no lo han hecho aún. También la emergencia se encuentra regulada en el artículo 99 inciso 3º, que habla de los DNU, que no pueden regular en materia penal, tributaria, electoral y por cuestiones de emergencia, ahora, en nuestro país, vivimos en emergencia. Parafraseando a Humberto Eco me gustaría decir que en Argentina hablamos tanto de emergencia, que ponemos en emergencia el propio concepto de emergencia. Yo creo que los DNU terminan siendo un atropello constante, donde se le da la posibilidad al Ejecutivo de poder ejercer funciones que en realidad le corresponden al Legislativo, motivo por el cual los comerciantes van a plantarse ante estas cuestiones y van a defender su derecho a trabajar”.

-Pasado el plazo que el gobierno determinó el cierre más estricto o confinamiento, los negocios pueden volver a abrir aunque con distintas modalidades, como atender sin ingreso de público al local y con horarios limitados. ¿Eso también lo consideras un hecho ilegal o crees que es lógico?
“Yo nunca dejé a nadie afuera del local, siempre los hice entrar a mi negocio, porque dentro de los artículos constitucionales que uno puede analizar y que hacen al fondo de la cuestión, está el artículo 14 que habla del derecho de usar y disponer de nuestra propiedad y cuando uno tiene un local comercial, pasa a ser su propiedad por el tiempo que dure el contrato, entonces a mi no me van a decir cómo tengo que atender a alguien, si lo tengo que atender afuera o lo tengo que atender adentro, yo con mi propiedad hago lo que quiero, siempre y cuando no afecte o no vulnere derechos y garantías de terceros, entonces bajo ese punto de vista, yo siempre dejé entrar a mis clientes. Sí acaté el horario, porque no quería ser el único que quede abierto en la zona comercial, ya que es riesgoso para un comercio de joyería y relojería ser el único que está abierto, me podía llegar a traer otros problemas, pero ese fue el único motivo, no por las restricciones o limitaciones que hayan establecido, lo cual terminaba siendo completamente sin sentido, que hoy a las 16, que mañana a las 17, que pasado se cierra, que estos rubros sí, que estos rubros no… ¿con qué vara miden eso?, porque esa es la otra cuestión, ¿quién determina qué es esencial, qué no es esencial, hasta qué hora se puede, hasta qué horario no, o acaso el coronavirus en un momento determinado deja de circular? Hay cosas que parecen ridículas”.

-¿Esta movida surgió de manera individual, por una inquietud tuya?
“No sé si es una cuestión de iniciativa individual. Creo que estamos en un momento donde la política nos ha obligado a tomar un rol activo en esta situación, ya que la política se empezó a meter con nuestros trabajos, con nuestras libertades, motivo por el cual yo me vi en la obligación de tener que definir una postura y abrirle la cabeza a aquellas personas que tal vez no tengan un conocimiento básico en derecho, explicándoles cuáles son los artículos de la Constitución que no pueden ser violados, alterados, avasallados o vulnerados, por más que un decreto presidencial diga lo contrario, porque un decreto no puede estar nunca por encima de un artículo de la Constitución Nacional, eso debe quedar en claro. Es por eso que decidí ponerme la causa al hombro y cuando me quise dar cuenta, ya estaba metido en todo esto y me pone contento saber que los comerciantes pueden encontrar en mí una persona en la que pueden consultar por algún hecho, que pueden preguntarme algo vinculado en materia constitucional, yo esto no lo hago con un fin lucrativo, yo soy comerciante, yo sé lo que viven los comerciantes, sé por lo que están pasando y en este momento debemos mostrar empatía y estar todos juntos”.

-¿Cuánta adhesión tuvo tu propuesta? ¿Fueron muchos los comercios que hicieron caso omiso al decreto presidencial e igualmente abrieron sus puertas?
“El problema es que muchos comerciantes tienen miedo, entonces creen que efectivamente se puede llegar a aplicar este tipo de cuestiones, como que los pueden clausurar. Es curioso que los fundamentos con los que los jueces están aplicando las multas, es por un decreto que es el 8841/77, que es un decreto de la dictadura militar, gobierno de Jorge Rafael Videla, y uno se pone a pensar, ¿en serio están aplicando para multar a los comerciantes un decreto de una de las etapas más oscuras de nuestra historia, donde el congreso estaba cerrado y donde justamente había una persecución a la libertad de expresión y a la libertad de circulación? Porque no hay ningún decreto posterior a la vuelta de la Democracia que pueda llegar a fundamentar la decisión que están tomando. Eso creo que nos deja un panorama de que hay algo que están haciendo muy mal o no es tan legal como ellos dicen que es. Pero mucha gente no lo sabe y cree que lo legal siempre es correcto y creo que la historia ha dejado en evidencia que no es así, lo legal no siempre es lo correcto.

Varias comerciantes han abierto. Acá en Mar del Plata los que la han tenido más complicado son los bares y boliches, que son los que han recibido clausuras, usando la fundamentación del decreto que mencionaba anteriormente. Generalmente los comercios minoristas no han tenido problemas de clausura, salvo por alguno de los motivos que uno puede llegar a ser pasible de este tipo de cuestiones, como no tener la habilitación, la constancia de AFIP, Ingresos Brutos, el matafuego, la luz de emergencia, etc… En cuanto a la forma en que se han defendido, supongo que habrán presentado alguna acción de amparo o la nulidad de aquel decreto… Claramente todavía no hay una decisión de esto de forma tajante por parte de algún juez, porque eso abriría la posibilidad de que lo hagan todos los comerciantes y la Justicia se está cuidando mucho con estas cuestiones, porque sabe que algún fallo que se pueda dar puede ser vinculante y lo podrán hacer todos”.

-Alguien puede decir que al no cumplir con las medidas determinadas por el gobierno para frenar los contagios, están negando la existencia de la pandemia o poniendo en riesgo a otras personas. ¿Qué podes decir al respecto?
“Creo que el que dice que alguien, por no cumplir las medidas, está negando la existencia de la pandemia o poniendo en riesgo a otras personas, no está viendo el panorama completo de la realidad de cómo se ha manejado la pandemia. Por ejemplo, por qué no se han firmado contratos con empresas como ser Pfizer, por qué no se ha priorizado una mayor cantidad de testeos, por qué se han tenido privilegios a la hora de vacunar, por qué se han priorizado gastos para algunas cosas, como hacer un estadio de fútbol en Santiago del Estero o destinarlos en diversidad de género, y por qué no se ha priorizado toda la energía en el Ministerio de Salud, que la situación así lo requería. Entonces echarle la culpa a la gente por querer generar un poquito de liquidez, querer pagar las deudas en tiempo y forma, por querer que su familia pueda seguir teniendo el estilo de vida acorde a la realidad que vive Argentina, por querer mantener todo ese tipo de cuestiones abriendo su fuente de trabajo, decirle que no reconocen la pandemia o que por culpa de él otras personas se pueden contagiar, creo que es ser un poco ignorante en cómo se ha manejado la pandemia. Una cosa es aquel que va a una juntada, una fiesta clandestina de 100 personas, eso tal vez sí pueda ser reprochable, ahora el hombre que abre su negocio o el que se quiere juntar con 2 o 3 amigos a comer un asado… Quiero pensar que no es una persecución esto, creo que hay que replantearse muchas cosas antes de echarle la culpa al pobre comerciante, habría que mirar un poco más arriba y ver las decisiones que se están tomando y de qué manera se ha manejado la pandemia, si quieren, en relación a cualquier otro país del mundo. Somos de los peores países del mundo en cómo manejamos la pandemia, entonces la culpa no es del pobre comerciante que quiere abrir su fuente laboral, creo que el problema está en otro lado. Hay que empezar a tener un poco más de apertura mental en ese sentido y ver por qué no se llegó a efectivizar un plan de vacunación acorde al que requería las circunstancias. El Estado debe garantizar la calidad y eficiencia de los servicios públicos, encargarse en materia de seguridad, en materia de salud y en materia de educación y son los tres cosas que peor ha hecho, entonces creo que no pueden decirle absolutamente nada a los comerciantes”.