Día Internacional de las Personas con Discapacidad: La inclusión social como factor determinante para su bienestar

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Por la licenciada Adriana Fiorino, directora del Departamento de Terapia Ocupacional y subdirectora Operativa de Tratamientos Interdisciplinarios de Grupo INECO y la doctora Clara Pinasco, neuropsicóloga y jefa de equipo del Departamento de Neuropsicología de INECO.

 

Pocos días atrás, el 3 de diciembre, se conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Esta fecha fue declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1992, con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad, en todos los ámbitos de la sociedad, y de concientizar acerca de ello.

Según cifras informadas por la OMS, se estima que actualmente 1.300 millones de personas a nivel mundial, 1 de cada 6, presentan algún tipo de discapacidad. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad ha expuesto un cambio de paradigma, dado que plantea que la discapacidad no es una característica inherente a la persona ni se deriva de una condición de salud que la misma padezca, sino que es el resultado de la interacción entre dicha condición y las barreras presentes en el contexto social que rodea al individuo.

Es imprescindible comprender que debe haber una responsabilidad colectiva alrededor de las personas con discapacidad, con el objetivo de reducir la estigmatización y discriminación que suelen enfrentar diariamente.

Existen diferentes tipos de discapacidad, entre las cuales se encuentran la discapacidad física, intelectual, mental, y sensorial (visual y auditiva). Además, seis de las diez enfermedades que producen mayor discapacidad son mentales. Las distintas condiciones neurológicas o psiquiátricas que afectan el funcionamiento cerebral, pueden presentar no sólo manifestaciones motoras o sensoriales, sino también cognitivas y conductuales, pudiendo generar notorios efectos en la memoria, la atención, la planificación, el procesamiento de la información o en las habilidades sociales.

En el camino hacia una convivencia armónica que respete la diversidad y valore los aportes de todos, un punto clave es la concientización sobre la importancia de que las personas con discapacidad puedan contar con los apoyos necesarios para una participación plena dentro de la comunidad.

Si bien en materia de derechos y accesibilidad se han logrado diferentes avances, aún queda mucho en lo cual trabajar, para que todos los individuos sean incluidos en la sociedad sin ningún tipo de distinción y puedan contar con los apoyos necesarios para desarrollarse plenamente.

La exclusión no solo afecta la salud física y mental de las personas con discapacidad, sino que también repercute de manera significativa en su entorno. Es necesario que pueda garantizarse su inclusión, sin ningún tipo de barrera, en las diferentes esferas de la vida cotidiana.

El modo en el cual son incluidas, por ejemplo en el ámbito educativo y laboral, tiene un impacto notable en la calidad de vida de las personas con discapacidad, dado que habitualmente atraviesan mayores dificultades.

Resulta indispensable que cuenten con el apoyo necesario para que puedan tener a su alcance oportunidades de empleo que les permitan desempeñarse profesionalmente y adaptarse al entorno laboral, en igualdad de condiciones.

Para concluir, es importante concientizar acerca de la importancia que tiene garantizar la accesibilidad física, cognitiva, y a los servicios de atención médica y de rehabilitación para cada persona, adaptando el contexto en función de sus necesidades y de las características que presenta cada caso en particular. En ese marco, la asistencia de profesionales de diferentes disciplinas es clave para poder acompañar a las personas con discapacidad en este proceso, así como también brindar información necesaria a la comunidad sobre cómo colaborar para crear contextos más inclusivos.