Vivir sano reduciría riesgos genéticos a males del corazón

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La vida saludable puede reducir el riesgo de un mal cardíaco, incluso si los genes están en contra.

Un estudio del Hospital General de Massachusetts, (EE. UU.), publicado en la revista New England Journal of Medicine , halló que la gente con el mayor riesgo heredado redujo a la mitad sus probabilidades de padecer problemas del corazón si no fumó, se alimentó bien, hizo ejercicio y se mantuvo delgada.

Lo opuesto también es verdad: se puede echar a la basura el beneficio de buenos genes si no se tienen hábitos sanos.

“El ADN no es destino, uno tiene el control. Mucha gente asume que si su padre tuvo un ataque cardíaco, uno está destinado a un problema, pero no”, dijo el líder del estudio, Sekar Kathiresan.

Desde hace años, se sabe que los genes y el estilo de vida afectan el riesgo cardíaco, pero se desconoce cuánta influencia tiene cada uno y cuánto puede un factor contrarrestar al otro.

El reporte recopiló datos de 55.000 personas en el mundo.

A ellas se les buscó 50 genes asociados con riesgos cardíacos y se les colocó en cinco grupos con base en cuántos de ellos tuvieron. También se clasificaron en grupos, según estilo de vida: no ser obeso, hacer ejercicio al menos una vez por semana, llevar una dieta sana y no fumar. El grupo “saludable” tenía al menos tres de estos factores, el grupo “no saludable”, uno o ninguno.

Los resultados: la gente con más riesgo genético tenía el doble de probabilidades de desarrollar males cardíacos que las personas con menor riesgo genético. El grupo no saludable también tenía el doble de riesgo cardíaco al compararlo con el saludable.

Pero sí hubo diferencia cuando se combinaron todos los factores de genes y estilo de vida.

“Si uno tiene un estilo de vida desfavorable y un alto riesgo genético, el riesgo de un ataque cardíaco en los próximos 10 años es de un 10%, pero con hábitos sanos es de un 5%.

”Si la genética le ha repartido barajas malas, ¿pueden superarse?, la respuesta es sí”, añadió Kathiresan.