Un cambio que genera incertidumbre

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Después de tres elecciones (PASO, generales y balotaje), finalmente Argentina eligió nuevo presidente: Javier Milei.
Evidentemente la gente votó un cambio, con la incertidumbre que genera lo desconocido. Claramente fue un voto más en rechazo a una posible continuidad de un sector político, que en adhesión a una idea que de por sí había tenido el apoyo de un 30 por ciento en las generales.
El hartazgo por una situación económica y social muy complicada, con una altísima inflación, más la antipatía/odio que genera el kirchnerismo en el votante de La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio, fueron un combo que dio por tierra con las expectativas de Sergio Massa.
Semanas antes de las PASO, yo opinaba en este mismo espacio que más allá de que desde mi punto de vista sus propuestas no eran las convenientes para nuestro país, Milei era el único que era claro en sus ideas, con un plan bien definido.
Ahora bien, ya consumada la victoria de Milei, es momento de preguntarse si esas ideas que el libertario expresaba a viva voz y muchas veces a los gritos, serán llevadas a cabo de inmediato, en un futuro o directamente irá por otro camino, pues es claro que a partir de su triunfo en las PASO comenzó a moderar su discurso y pos derrota en las generales directamente dio un giro rotundo en muchos de sus pensamientos y actitudes.
Es por eso que en el comienzo de este editorial me atrevía a hablar de incertidumbre.
Si ya una presidencia de casi un desconocido como Milei (apareció en la escena pública hace pocos años como un excéntrico panelista y su partido político apenas tiene 2 años) generaba dudas, estas se incrementan mucho más a partir de sus cambios de discurso.
¿Concretará la anunciada dolarización? ¿Avanzará con la eliminación del Banco Central? ¿Iniciará una quita de subsidios? Si lo hace, ¿será de manera gradual o inmediata?.
Si bien durante largos meses se apoyó en un discurso anti política e insistía en sus spots de campaña que “una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”, su alianza con el ex presidente Mauricio Macri, que fue fundamental para su éxito en el balotaje, lo dejó desdibujado en ese sentido, pues tuvo que recurrir a su denostada “casta” para poder llegar a la presidencia.
Eso generó también que en su primera semana como presidente electo se hablara más de negociaciones y disputas por los cargos, que parece ser que en muchos casos recaerán en “viejos” conocidos de la política, que de decisiones concretas que se empiecen a vislumbrar para su futuro gobierno.
Más allá de estos cambios que enumero y que generan en el presidente electo la imagen de alguien dubitativo en cuanto a las políticas que aplicará en su gobierno, hubo otras transformaciones que me parecen positivas, como haber bajado notablemente la agresividad en sus expresiones para referirse tanto a sus contrincantes políticos como a otros mandatarios que no comulgan con su ideología o hasta el mismísimo Papa Francisco.
A poco más de 10 días para su asunción, anhelo que Milei pueda aclarar sus ideas y que las logre encarar con convicción. No importa si esas ideas a mí me parecen las mejores o no, como lo expresé algunos meses atrás, solo deseo que esas decisiones logren llevar a nuestro país a un futuro venturoso.
Carlos Laboranti, director ejecutivo.