Tras la renuncia de Nicolás Dujovne, el presidente Mauricio Macri convocó al ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza y confirmó que será el nuevo ministro de Hacienda y Finanzas. Este cambio fue acordado con la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que cede una de las piezas más importantes de su Gabinete. Lacunza, que estaba de vacaciones en Cerro Bayo, Neuquén, viajó a la Capital Federal y se reunió con Macri en la quinta Los Abrojos.
Las últimas batallas mediáticas de Lacunza, fueron en defensa de María Eugenia Vidal, por las redes sociales y contra otro economista, Axel Kicillof, quien derrotó en las PASO a la actual gobernadora bonaerense. Ahora la pelea será mucho más grande y complicada para el nuevo ministro de Hacienda y Finanzas con el que Mauricio Macri decidió reemplazar a un muy golpeado Nicolás Dujovne, luego de dura derrota electoral en las PASO que dejó con pocas chances presidenciales al oficialismo.
«¿Quién defendió de verdad los recursos nacionales de los bonaerenses? Si con Cristina y Kicillof ministro de Economía nacional llegaron a su mínimo histórico en 2015 (18,8%) y con Macri y Vidal recuperaron desde 2019, por ley y para siempre, todo lo perdido en 12 años K», tuiteó furibundo el mes pasado Jorge Roberto Hernán Lacunza, de 49 años, quién ahora se sentará en el mismo sillón que ocuparon Dujovne y Alfonso Prat-Gay durante la gestión Cambiemos, y Kicillof, el último ministro de Economía de Cristina Kirchner.
Ahora tendrá que lidiar con la peor crisis económica desde 2001, con un dólar que llegó a devaluarse más de 20 por ciento la semana pasada, con las calificadoras de riesgo de los Estados Unidos que ponen al país más cerca de la cesación de pagos y deberá dialogar con el FMI. Y también con una oposición victoriosa en tono de transición, aunque ninguna de las dos partes quiera decirlo en esos términos.
Lacunza, que hasta ayer ocupaba el cargo de ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires, está casado y es padre de dos hijos. Muy futbolero, es hincha de Racing y suele jugar en la quinta de Olivos con el presidente y su gabinete.
«Siempre fue muy escuchado por Macri y tienen muy buen vínculo. Como con todo el Gabinete, igual. Se conocen y, además, juegan juntos al fútbol en Olivos. Macri sabe que es alguien que mira las cuentas públicas, pero también con un perfil social y productivo. La mejor colocación de deuda de la provincia la hicieron él y Guido (Sandleris). Sabe como cómo funciona el Central, con Marcos (Peña) se lleva bien también y trabajó con Rogelio (Frigerio) en la Ciudad. A los de la oposición los conoce a todos», detallan desde Casa Rosada.
«Además, afuera es una persona reconocida», agregan. No es menor el vínculo que tendrá que desarrollar con el FMI, en momentos en los que el organismo también busca reemplazar a Christine Lagarde. En la muy larga lista de conferencias en el exterior en los últimos años se destacan varias en Goldman Sachs, el BID, el Banco de Inglaterra y Cepal, entre otras.
El ahora titular del Palacio de Hacienda se recibió de economista en en la UBA y tiene un posgrado de la Universidad Torcuato Di Tella. Antes fue Gerente General del Banco Ciudad, entre 2013 y 2015, y Gerente General y Economista Jefe del Banco Central entre 2005 y 2010, con con Martín Redrado como presidente. También se desempeñó como Director del Centro de Economía Internacional de la Cancillería.
Desarrolló su carrera en la Fundación Capital, junto a Redrado y Carlos Pérez, actual vicepresidente del BAPRO. Como su antecesor es un convencido de la necesidad del equilibrio presupuestario y de que la nueva deuda pública debe destinarse exclusivamente a obras de infraestructura.
Tres frases
Su análisis pre PASO. «Una perspectiva de éxito de renovación del gobierno de Mauricio traería mayor estabilidad y descenso de las tasas de interés junto a la estabilidad del tipo de cambio. No sé si bajaría, además tampoco es deseable la volatilidad excesiva, ni para arriba ni para abajo. Si la perspectiva fuera de una derrota del oficialismo, seguramente habría tensión cambiaria, creo que no disruptiva. El Banco Central tiene las municiones conseguidas como para enfrentar una demanda cambiaria adicional, tiene un buen nivel de reservas, tiene colchón como para soportar ese par de meses entre agosto y octubre. Luego sí se le bifurca a Argentina el camino financiero. La Argentina del Presidente reelecto va a crecer el año que viene, superada la incertidumbre electoral –hace rato fue superada la crisis del año pasado–. Crecerá no a tasas chinas, pero sí a una tasa razonable. Si gana la fórmula Fernández se van a enfrentar turbulencias financieras». (Diario Perfil)
Sobre Axel Kicillof. «Si Kicillof ministro de economía nacional 2013-15 hubiera devuelto esos fondos legítimos a los bonaerenses, hoy la deuda provincial que tanto le preocupa sería cero y habría USD 11.000 millones adicionales para hacer obras (el doble de lo que invirtió Scioli en ocho años)». (En Twitter)
Sobre Guillermo Nielsen. «Es un técnico que sabe, que conoce cómo funciona el mundo y cuál es el rol de un país en desarrollo como Argentina. También qué necesita. Pero de ahí a que sea el ministro o funcionario a cargo, hay una distancia. El poder lo tendrán Alberto Fernández o Cristina. Su nombre podría ser parte de la solución y no del problema. Pero no hay ningún gobierno –ni de Fernández, ni de Mauricio, ni de quien sea– en el que una persona defina todo. Y menos un funcionario técnico. Es siempre un equipo, una impronta, una misión y visión del mundo». (Diario Perfil)
Nielsen, quien es mencionado como uno de los posibles ministros de Economía de Alberto Fernández, también tuiteó anoche, luego de conocerse el anuncio: «Lamento profundamente que Hernán Lacunza se vaya a hacer cargo de este desastre. Un profesional de su trayectoria y de su integridad merecería hacerse cargo en una situación más normal».
