No podemos permitir el cierre de «Manitos de Luz»

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El pasado viernes se llevó a cabo una caminata para reconocer y reforzar los derechos de las personas con discapacidad.

El 7 de mayo de 2022 habría sus puertas el Centro de Día «Manitos de Luz» y nosotros expresábamos nuestra felicidad desde este mismo espacio.
¿Cómo no sentirnos alegres ante la inauguración de un lugar que era de imperiosa necesidad para la ciudad de Lobería?
Es que un importante grupo de jóvenes y adultos necesitaban de manera urgente un lugar que les posibilite desarrollar al máximo sus posibilidades; personas con diferentes tipos de discapacidades severas, que por su complejidad, no estaban incluidos en programas de educación o rehabilitación.
La creación de un Centro de Día era una necesidad de Lobería y nadie lo ponía en duda; ni las autoridades, ni la comunidad, por lo que todos confiaban en que sería una realidad a corto plazo.Puede ser una imagen de 8 personas, multitud y texto Pero su concreción no fue para nada sencilla por las trabas burocráticas que fueron apareciendo, más allá del apoyo e interés de los gobiernos de turno.
Aquel grupo de padres, familiares y vecinos que comenzaron a trabajar en esta idea allá por 2011, nunca bajaron los brazos y siguieron insistiendo, hasta que en 2018, el actual intendente Juan José Fioramonti, decidió que el municipio cediera un terreno para la construcción del Centro de Día.
A partir de allí redoblaron el esfuerzo, generaron nuevos socios, organizaron ventas de tortas fritas, festivales artísticos, carreras de atletismo, campañas de ladrillos, encuentros familiares virtuales y cuanta idea surgiera, lo que permitió construir la sede desde los cimientos.
El municipio también apoyó con maquinarias y mano de obra y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, otorgó un importante subsidio que dio el impulso para prácticamente finalizar la obra.Puede ser una imagen de 10 personas y textoFueron 11 años de trabajo incansable hasta aquel recordado y emotivo día de inauguración. Pero a sólo un año y medio de aquel día y luego de un brillante trabajo de todo el equipo del lugar, que ha podido ir cumpliendo con los objetivos establecidos (nos permitimos hacer esta afirmación por lo hablado con los propios familiares de los concurrentes al Centro de Día), nos enteramos que “Manitos de Luz” atraviesa una grave crisis económica, que la puede llevar a cerrar sus puertas a inicios del año próximo.
Es que a la Asociación de Familiares de Personas con Capacidades Diferentes de Lobería, que se encargó de crear la institución, cada mes les cuesta más generar el dinero para su funcionamiento, principalmente lo que tiene que ver con el pago de sueldos de los profesionales que allí trabajan.
Las mismas trabas burocráticas que en su momento demoraron la creación de la entidad, hoy retrasan la posibilidad de conveniar con las obras sociales, lo que generaría importantes ingresos. Lo mismo sucede con otros trámites que posibilitarían recibir donaciones de empresas que a su vez se verían beneficiadas con la deducción del impuesto a las ganancias.
El municipio brinda un apoyo mediante un subsidio y aportando talleristas, pero ello no es suficiente.
Los loberenses de ninguna manera podemos permitir que cierre sus puertas el Centro de Día “Manitos de Luz”, el cual se ha transformado casi en un segundo hogar para cerca de una decena de personas, que allí realizan numerosas actividades lúdicas, culturales y productivas, y han podido sociabilizar con sus pares.
Después de tanto esfuerzo para concretarlo, luego de tan buenos resultados logrados con los concurrentes, es indispensable que todos pongamos nuestra parte para evitar el cierre. Asociándonos a la entidad, realizando donaciones, acercando ideas, sumándonos a las diferentes propuestas de la Asociación… Por su parte, las autoridades locales y los dirigentes cercanos al oficialismo provincial y nacional, deben poner todo de sí para acercar a la entidad a distintos programas existentes, para agilizar trámites o para gestionar la llegada de fondos.
Sabemos que hecha pública la situación, la entidad ha sumado nuevos socios, ha recibido donaciones de empresas y las autoridades locales han mantenido reuniones con padres de los asistentes y han mostrado gran predisposición para ayudar. Es un buen paso adelante.
Esas familias que tanto trabajaron y trabajan para que el Centro de día sea una realidad, y fundamentalmente esos jóvenes y adultos que concurren a “Manitos de Luz”, que han sido “invisibles” para la sociedad durante mucho tiempo, merecen que todos hagamos algo para evitar el cierre de “su” lugar, ese lugar que permitió que hoy tengan una mejor calidad de vida.
Carlos Laboranti, director ejecutivo.