Mantenerse en estado de alerta para evitar ser estafado

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“¿Cómo le pudo pasar?” “¿No se dio cuenta?” “A mí es imposible que me engañen”… Comentarios como estos son muy comunes de escuchar cada vez que algún vecino es víctima de un fraude, aunque claro está que a todos nos puede pasar, nadie está exento de caer en un engaño.
En la última semana, la noticia conmocionó a Lobería, ya que un conocido vecino de 81 años, sufrió una estafa y perdió 5.800 dólares, lo que equivale a más de 1 millón de pesos.
Más allá de los adjetivos que a todos nos brotan para calificar a las personas que son capaces de engañar a una persona mayor y dejarlo sin sus ahorros o los de su familia, creemos innecesario ahondar en los mismos, puesto que difícilmente les importe lo que pensemos de ellos.
Por el contrario, sí creo fundamental insistir en la importancia que tiene que la comunidad toda y en especial los adultos mayores, estén en un estado de alerta permanente para evitar que los estafadores tengan éxito en sus intentos de fraude.
Es que más allá de la trascendencia que tuvo el hecho mencionado anteriormente, se supo que son permanentes los llamados a la Estación de Policía Comunal denunciando haber recibido una comunicación de ese tipo en un evidente intento de engaño.
“Abuela, te habla tu nieto preferido”, “Tío, soy tu sobrino más querido”… Así comienzan casi todos los diálogos y apenas logran la confianza de la persona, que cree estar dialogando con su familiar, llega el pedido de que le entregue el dinero que hay en la casa a un “amigo” o un “empleado del banco” que va a pasar por allí o por la esquina.
También hay otros tipos de estafas, en la que solicitan datos de tarjetas o cuentas bancarias, o bien realizar transacciones mediante cajeros automáticos, ya sea para cobrar algún falso “premio” o para poder recibir un “paquete” que alguien le está enviando.
Es fundamental que todos tengan en claro que ninguna entidad bancaria retira dinero de forma personal en un domicilio, por lo que no deben brindar datos personales, familiares o bancarios, ni tampoco dinero en efectivo a ninguna persona extraña, además de no realizar transacciones bancarias que generen alguna duda. Desde la Policía, solicitan enfáticamente que ante una llamada de este tipo, se corte de manera inmediata, avisar a familiares y a la Policía Comunal.
Además, en las últimas semanas se han detectado estafas mediante el hackeo de cuentas de Facebook, Instagram y WhatsApp, pidiendo dinero prestado u ofreciendo comprar dólares a los contactos del verdadero dueño de la cuenta. Por eso se recomienda no transferir dinero a ninguna cuenta sin antes verificar fehacientemente que le persona es quien dice ser.
Está claro que día a día, estos malvivientes encuentran nuevas maneras de estafar en su buena fe a la gente, por lo que nunca estará de más una alarma para que todos estemos atentos a estos artilugios utilizados para sacarle dinero a la gente. Una de las maneras de mantenerse alerta, es no creer esa frase con la que iniciaba este editorial: “A mí es imposible que me pase”. Todos podemos caer en el engaño, por eso sigamos las recomendaciones que las fuerzas de seguridad realizan permanentemente.
Carlos Laboranti – Director ejecutivo.