Lobería solidaria

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En los primeros meses de la pandemia, se solía repetir que esta situación histórica que estamos viviendo, nos volvería mejores personas.
Con el correr del tiempo, ese pensamiento fue mutando y algunos hasta llegaron a afirmar que por el contrario, la pandemia sacaría lo peor de nosotros y expondría nuestras peores miserias.
Particularmente creo que lo más probable, es que la aparición de este virus que le ha cambiado la vida al mundo, nos ha expuesto tal cual somos, con nuestras virtudes y defectos.
Entre las primeras, puede mencionarse la solidaridad, la cual ha aflorado notablemente en la comunidad de Lobería.
No son novedosas en esta localidad, las colectas o campañas para ayudar a tal o cual persona que, por citar algún ejemplo, atraviesa por algún momento complicado o necesita afrontar algún tratamiento médico.
Pero en el actual contexto, la comunidad en su conjunto, supo valorar el trabajo titánico del personal de Salud, que desde hace más de un año se está entregando por completo, cumpliendo con su tarea, realizando jornadas dobles, cubriendo a compañeros aislados o enfermos, logrando que cada paciente pueda tener su tratamiento y sobrellevar de la mejor manera posible este virus, que lamentablemente se ha llevado casi 60 vidas loberenses.
Esa labor incansable de autoridades del área, médicos, enfermeros, camilleros, choferes, cocineros y personal de limpieza, tuvo una reacción espontánea de agradecimiento de la comunidad, que se tradujo en campañas solidarias en favor del Hospital Municipal “Gaspar M. Campos”.
Tal vez el primer paso lo dio la vecina Evangelina Galván, que inició una campaña para lograr comprar un microondas para que las enfermeras del Office de Enfermería pudieran calentar su comida, la cual se les enfriaba en los días de mayor actividad. La respuesta fue maravillosa, ya que cuando había prácticamente logrado juntar los fondos necesarios, un paciente del Hospital, decidió directamente comprar el horno en cuestión, por lo que con el dinero juntado se terminó adquiriendo otro horno para las enfermeras del sector Covid.
A partir de allí, los gestos solidarios para con el centro asistencial del distrito de Lobería se sumaron uno tras otro. Una familia decidió concretar la donación de tres cascos de oxígeno, el Aeroclub Lobería hizo lo propio con dos cascos similares y el Club Jorge Newbery convocó a realizar un evento solidario al que se sumaron otras instituciones, como el Club Huracán, el Club de Pesca y la comparsa Papelito, que derivó en una participación excelente de la comunidad, concretándose la compra de otro casco de oxigenación, además de la donación de más de 180.000 pesos.
A ello, se sumaron las donaciones realizadas por el Club Independiente, de una bomba de infusión, de otro vecino con 8 oxímetros de pulso y la campaña que llevó adelante Adriana Castillo, la cual surgió a partir de una charla de amigos y a la cual se unieron numerosos ciudadanos, logrando juntar cerca de 350.000 pesos, que permitieron comprar dos bombas de infusión, 12 oxímetros, 400 barbijos tricapa termosellados, 210 barbijos KN95, 600 guantes de látex, pilas para los oxímetros y hasta ayudar a las enfermeras a adquirir una heladera.
En los párrafos anteriores, se mencionan solamente los hechos solidarios ocurridos en las últimas semanas, aunque no se pueden obviar las múltiples donaciones que el nosocomio ha recibido de distintas familias a lo largo de los años, y mucho menos el trabajo solidario y desinteresado de la asociación cooperadora del Hospital Municipal y de la asociación “Dr. Luis Teruggi”, que permanentemente han trabajado y lo siguen haciendo para que el centro asistencial esté de la mejor manera.
Y en ese sentido vale destacar también el gran trabajo realizado por las diferentes gestiones municipales, que se han encargado de que el Hospital loberense cuente con una infraestructura notable y un recurso humano de excelencia.
Tanta ha sido la avidez de la comunidad por colaborar, que la Municipalidad de Lobería decidió afectar una cuenta bancaria a tal fin.
No sé si fue la pandemia que generó este espíritu colaborativo o simplemente es que la comunidad de Lobería tiene esa característica que la convierte en una sociedad participativa y solidaria.
Ese compromiso ciudadano es el que se necesita para construir un país mejor, con el esfuerzo de todos, o en su defecto de la mayoría. Y para soñar con ese país, se debe empezar por casa, por nuestro barrio o distrito, y es eso lo que ha hecho la comunidad loberense, haciéndose presente con su aporte en el peor momento de la pandemia.

Carlos Laboranti – Director