Lo que hay que saber sobre el Herpes Zóster

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Por Oscar Eliseche, médico.

El Herpes Zóster (HZ) es una enfermedad muy prevalente, cuya incidencia es mayor en personas de más de 50 años y particularmente en mujeres, aumenta además con la edad y es más frecuente en inmunocomprometidos.

La gravedad de cuadro clínico suele no ser grave pero las secuelas son causa frecuente de discapacidad y disminución de la calidad de vida.

El virus del Herpes Zoster ingresa al organismo cuando contraemos varicela, generalmente en los primeros años de vida, a partir de allí permanece en nuestro organismo para siempre. Se estima que el 99 por ciento de las personas adultas han tenido contacto con el virus del Herpes.

El 20 por ciento de la población mayor de 50 años tiene un primer episodio de Herpes Zoster, que no es más que la reagudización de ese primer contacto que tuvimos en la infancia/juventud y en la edad adulta se manifiesta, ya no con la forma clínica de Varicela, sino como Herpes Zoster.

En algunas situaciones pueden presentarse cuadros recurrentes, aunque no es lo habitual.

La forma de presentación del Herpes Zoster clásicamente es con dolor, de características urente localizado en un territorio que corresponde a una metámera de un nervio sensitivo. Por esta razón adopta la particular forma regional y bien delimitada con posterior aparición de erupción en la piel de maculas rojizas, vesículas y por últimas costras. Esta situación se autolimita sin complicaciones en la mayoría de las personas afectadas.

Desde el año 2014 se cuenta en nuestro país con una vacuna a virus inactivado, pero recientemente se ha aprobado otra vacuna de subunidad recombinante que muestra una efectividad del 97 por ciento para prevenir aparición de cuadros clínicos de Herpes Zoster.

Según recomendaciones de la Sociedad Argentina de Infectología, la vacuna, que no se encuentra en el Calendario Nacional de Inmunizaciones, está aprobado su uso para personas mayores de 50 años sin importar su condición clínica y para mayores de 18 años con enfermedades que alteren su inmunidad.

Por lo tanto, se recomienda su aplicación a personas mayores para evitar la aparición y/o recurrencia del Herpes Zoster y en mayores de 18 años con patologías asociadas que generen inmunodepresión.