Hijos de una anciana que murió en un accidente disculparon al motociclista que la atropelló

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Los hijos de Elvira Kruzich, una mujer de 80 años que muriera al ser atropellada por una moto hace más de cuatro años, aceptaron las disculpas del joven que conducía el rodado.

Con la voz entrecortada y sin poder evitar el llanto, Gonzalo Márquez les dijo que aquella tarde del 4 de enero de 2015, cuando transitaba por avenida 59 y 50, no vio a la mujer que, caminando, se disponía a cruzar la calle.

En virtud de estas disculpas del motociclista y la aceptación por parte de Sergio y Daniel Díaz, hijos de la víctima, se produjo un acuerdo entre todas las partes intervinientes en el juicio oral.

A través de las redes sociales, el juez Juliano detalló el momento y bajo el título “Y el milagro volvió a ocurrir”.

Juliano manifestó que “esta semana estoy a cargo del Juzgado Correccional. El secretario me avisa que tengo un debate por un homicidio culposo en un accidente de tránsito. Me dicen que los familiares de la víctima quieren una pena de efectivo cumplimiento, que están muy enojados, que no quieren ningún acuerdo”.

Y expresó: “Entro a la sala de audiencias y veo a un imputado como pocas veces se ve. El muchacho está muy conmocionado. Le pido sus datos y se larga a llorar. Llamo a los abogados a mi despacho. Les pregunto si no ven la posibilidad que imputado y familiares tomen contacto personal. Me dicen que sí. Hacemos pasar a todos a la sala”.

Una vez iniciado el juicio oral “toma la palabra el imputado y entre sollozos que hacían dificultoso comprender lo que decía les pide perdón a los familiares. Los hijos de la víctima lo miran. Toma la palabra uno de ellos y cuenta cómo era la mamá. Luego de hablar un poco dice que acepta las disculpas. Su hermano hace lo propio”, expuso Juliano y añadió que dispuso de “un cuarto intermedio para que los abogados conversen. Salgo de la sala y me entero que uno de los muchachos se acercó al imputado, que seguía llorando y lo abrazó para consolarlo”.

“Aprovecho para mirar el expediente: 4 años y 8 meses de trámite”, remarcó y agregó: Volvemos a la sala. Me dicen que llegaron a un acuerdo de juicio abreviado: una pena de 3 años de prisión de cumplimiento condicional e inhabilitación para conducir por idéntico período. Todos expresan comprender y estar de acuerdo. Tomo la palabra para cerrar. Pido disculpas en nombre del Poder Judicial por el inexplicable tiempo que demandó tramitar una causa sencilla. Anticipo que voy a hacer lugar al acuerdo y agradezco las enseñanzas que nos dejaron, que nos hacen mejores personas y mejor sociedad. Al rato salgo a comprar un yogurt y me encuentro a los hermanos conversando con el imputado en la vereda. Me les acerco. Les estrecho la mano y les deseo suerte”, señaló Juliano y concluyó: “Para mi sorpresa se me acerca un periodista de mucha trayectoria con lágrimas en los ojos y me agradece. Dice que es la primera vez que ve a un juez pidiendo disculpas”.