Cuida tu piel, es la única que tenés

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Por María Paz Almada, médica dermatóloga MP 117853.
En el contexto de la Campaña de Prevención de Cáncer de Piel organizada por la Sociedad
Argentina de Dermatología planteo la siguiente pregunta: ¿Sabían que el cáncer de piel es el más frecuente de la especie humana? El más frecuente de todos los tumores malignos del organismo, superando al de mama y al de colon entre otros.
Se trata de un tipo de tumor maligno de piel llamado carcinoma basocelular, que si bien es
sumamente frecuente, no suele comprometer la vida del paciente, pero si se comporta de forma agresiva local en el lugar donde se desarrolla (generalmente rostro) comprometiendo tejidos vecinos y en ocasiones generando daños con secuelas estéticas importantes.
El otro tipo de cáncer de piel llamado Melanoma, por suerte no es el más frecuente de ver pero si es el más agresivo de todos los tumores malignos de piel (y de los más agresivos del organismo) pudiendo comprometer la vida del paciente de no realizarse un diagnóstico precoz que permita intervenir rápidamente para cambiar el pronóstico.
Los dos tipos están directamente relacionados con la exposición a las radiaciones ultravioletas (RUV) siendo el sol la principal fuente de emisión seguida por el uso de camas solares.
Estas RUV están presentes durante todo el año, atraviesan las nubes y la lluvia, por lo que resulta imprescindible protegernos de las mismas los 365 días del año. Lógicamente durante los meses de otoño-invierno las horas de exposición al sol bajan, no hay tanta superficie corporal descubierta y el índice de RUV es menor respecto a los meses de primavera-verano donde naturalmente estamos más expuestos al sol y al calor. Esto permite que nos tomemos la licencia de utilizar productos con Factor de Protección Solar (FPS) no menor a 30 durante los meses fríos respecto a los de calor donde la recomendación es de FPS no menor a 50.
La mayoría de los cánceres de piel (2/3 de los casos) se van a desarrollar sobre piel previamente sana y solo 1/3 sobre lunares preexistentes, es por eso que la protección de la piel debe ser en su totalidad y no solo de los lunares ya que de esta forma solo estaremos previniendo la aparición de un 33 por ciento de los cánceres de piel.
Existen actividades laborales que incrementan el riesgo de aparición de lesiones premalignas y malignas sobre todo en zonas fotoexpuestas (rostro, cuello, escote y manos) por tratarse de profesiones u oficios que se desarrollan al aire libre durante muchos años. Algunos ejemplos son: Guardavidas, jardineros, deportistas (fútbol, tenis), trabajadores rurales y agrónomos, personal doméstico, profesores de educación física, veterinarios, albañiles, techistas, pintores, etc.
Dentro de las actividades recreativas con mayor fotoexposición se encuentran las caminatas, la pesca, el ciclismo, deportes al aire libre, el esquí y los deportes de nieve, deportes acuáticos como el surf, etc.
En todos esos casos se deben incrementar los cuidados para evitar la aparición de lesiones
neoplásicas ya que de no hacerlo estaremos en presencia segura de desarrollarlas.
Se recomienda el control dermatológico una vez al año para chequear lunares y lesiones
preexistentes y fortalecer medidas de prevención, además existe un autoexamen práctico que puede hacer cualquier persona y que se rige por la regla del ABCDE donde se evalúan las siguientes características de los lunares:
A: Asimetría
B: Bordes
C: Color
D: Diámetro
E: Evolución


Una lesión Asimétrica, con Bordes irregulares, que tiene más de un Color, con un Diámetro
mayor a 5mm y/o que sufrió algún cambio en su Evolución debe ser evaluada sí o sí por un
profesional a través de un estudio llamado dermatoscopía.
Para finalizar, recordar las medidas preventivas que se deben implementar durante los 365 días del año:
-Evitar el sol directo de 10-16 horas, buscar la sombra.
-Utilizar ropa con protección UV (remeras de baño).
-Usar sombrero, gorra o visera (algunas con tapanuca).
-Anteojos con filtro UV.
-Uso de FPS 50+ con cobertura UVB/UVA antes de salir de casa y renovarlo cada 2-3 horas si estamos expuestos al sol.
Cuida tu piel, es la única que tenés.