Caso sospechoso en San Manuel: Mónica Rojo afirmó que «no tuvimos contacto con nadie»

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En el día de ayer, se conoció la noticia de que el Partido de Lobería está ante el primer caso sospechoso de coronavirus.

Se trata de una mujer de San Manuel que, junto a su marido, viajó a Ushuaia y al regresar, tuvo fiebre y dolor de cabeza. Teniendo en cuenta que el matrimonio, junto a una pareja de Necochea, estuvieron en territorio chileno y en contacto con turistas extranjeros, se activó el protocolo y en el día de ayer se le realizó a la mujer el hisopado, que esta mañana se envió al INE de Mar del Plata, donde se determinará si se trataba o no de gripe. Si el resultado es negativo, se harán los análisis para determinar si da positivo para Covid-19.

Si bien las autoridades de Salud del municipio mantuvieron en reserva la identidad de la vecina, fue la propia mujer, Mónica Rojo, la que decidió publicar un video contando los pasos que siguió al regresar del viaje, intentando llevar tranquilidad a los vecinos.

«No quiero que se siembren dudas no que la gente comente cosas que no son, que generen roces o suspicacias» comienza diciendo la mujer, quien explica que comenzaron su viaje hacia el sur el 4 de marzo y que en el transcurso del mismo sufrieron importantes cambios de temperatura, pasando del calor extremo al frío.

Mónica Rojo explica que al pasar Ushuaia, «ni nosotros nos dimos cuenta que para llegar en auto, la única manera es pasar por tierra chilena. Pasamos en la barcaza el Canal de Beagle y después son más de 100 kilómetros por tierra chilena. Estuvimos en Ushuaia desde el miércoles hasta el viernes. Estaba lleno de turistas extranjeros, había un crucero que se fue la noche que llegamos, y al otro día llegó un crucero más chico, pero había extranjeros por todos lados».

La vecina de San Manuel prosiguió su relato: «El 13 nosotros hicimos aduana chilena, porque ya nos veníamos. El lunes, cuando fuimos a dejar a nuestros primos a Necochea, le escribí a la doctora Bellinzoni para saber los pasos que debíamos seguir, y ella me dijo que no estaba en San Manuel, que me comunicara con el doctor Darino. Lo llamé a Martín, le expliqué lo que estaba pasando, de dónde veníamos y qué me aconsejaba que hiciéramos. El me dijo que como habíamos estado en contacto con extranjeros, que nos aisláramos, y eso es lo que hicimos. Le dijimos a nuestra hija, que se había quedado en San Manuel trabajando, que nos abriera el garaje, guardamos la camioneta, y nos quedamos en casa».

Rojo aclaró que «habíamos pedido autorización para que mi marido fuera al campo y nos dijeron que si no estaba en contacto con nadie no había problemas. Yo hablé con el dcotor Fioramonti el martes y él mismo me autorizó para ir al campo. Mi marido lo único que hizo en esta semana fue ir tres veces al campo, pero no estuvimos en contacto con nadie, al igual que nuestros primos de Necochea».

La mujer contó además que el lunes por la noche, cuando regresaron del viaje, «yo notaba muy cansado a mi marido, y para mí esa noche tuvo un poquito de fiebre, que el martes notifiqué al Centro de Salud, aunque no teníamos cómo constatarlo porque no teníamos termómetro. Carla, de la farmacia, me alcanzó un termómetro, pero mi marido no tuvo fiebre después, si esa noche tuvo, fue una percepción mía, pero no lo pudimos constatar. Tuvo un poco de dolor de cabeza y tos, que a él le provoca el aire acondicionado, y no tuvo otros síntomas, más allá del decaimiento que teníamos los cuatro cuando veníamos en viaje».

Luego fue clara al afirmar que «yo todos los días pasé un informe al Centro de Salud de qué era lo que nos pasaba. El miércoles yo amanecía con 38,7º, tomé un paracetamol y a la hora ya no tenía más fiebre. Sí me sentía decaída, sin ganas de hacer nada, me dolió mucha la cabeza todo el día, pero no tuve más fiebre y después nunca más me dolió nada, de hecho estamos bien los tres en casa».

La vecina sanmanuelense, contó que «hemos hecho las cosas bien desde el día cero, queremos llevar tranquilidad, no estuvimos en contacto con nadie así que no podemos haber contagiado a nadie, si es que tuvimos algo. La gente de la despensa nos traía las cosas hasta la puerta, amigos nos traían cosas hasta la puerta. Por eso nos gustaría que la gente tuviera cuidado al hablar. El doctor Fioramonti y la doctora Argüello vinieron a mi casa y me hicieron el hisopado, y yo espero con ansias el resultado, quiero saber lo que tuve. Ni a mi marido ni a mi hija les hicieron hisopado».

Por último, sin poder contener la emoción, agradeció «a todos los que nos han escrito, a los que están rezando, a los que nos conocen y a todos los que nos transmiten buenas energías».