Este martes se llevó a cabo una instancia de mediación entre el Ballet Mayor de El Cielito y la comisión de la Peña, en el marco de un conflicto que aún no ha sido resuelto.
A través de un comunicado, el cuerpo de baile informó que «aún no se llegó a un acuerdo» y reafirmó su postura desde el inicio de la disputa: «no aceptar decisiones impuestas sin diálogo ni respeto», defendiendo los valores que los formaron como artistas y como personas.
La importancia de la visibilización
Según expresaron, el pedido de mantener la situación en reserva contrastó con la relevancia que tuvo el apoyo comunitario para que sus voces fueran escuchadas. «Esta no es una cuestión personal sino colectiva», señalaron, destacando la necesidad de garantizar espacios culturales donde prevalezcan el respeto, la participación y la coherencia.
Un compromiso inquebrantable
El Ballet Mayor de El Cielito afirmó que continuará luchando por «recuperar lo que es nuestro: un espacio donde podamos crecer y expresarnos libremente, sin imposiciones ni silencios forzados».
En la última parte del comunicado, agradecieron el respaldo de quienes los acompañan en este proceso y reiteraron su compromiso de permanecer firmes y unidos hasta alcanzar una solución justa.
El conflicto: suspensión de los ensayos y el desplazamiento del profesor
Kevin Mutti, integrante del cuerpo de baile, expresó su preocupación por la situación y el destrato que, según él, han sufrido por parte de la nueva gestión.
Según relató Mutti, el conflicto comenzó el 6 de mayo, cuando asistieron a un ensayo como de costumbre. Dos días después, la comisión les comunicó por escrito que los ensayos quedaban suspendidos, sin mayor explicación. La tensión aumentó cuando fueron informados, vía WhatsApp, de que su profesor, Nacho Veloz, había sido apartado de su cargo.
Ante el silencio institucional, el Ballet Mayor presentó una nota solicitando una reunión urgente, pero no recibieron novedades. «Nos dijeron que todos los ballets participarían de la peña, pero nosotros no estábamos. No entendíamos nada», relató Mutti.
La designación de un nuevo docente y el rechazo del grupo
La incertidumbre creció cuando se confirmó que Gustavo García reemplazaría a Nacho Veloz. Sin embargo, la elección generó malestar en el grupo. Algunos bailarines expresaron que tenían malos recuerdos del nuevo profesor, quien incluso habría cuestionado la capacidad del grupo para formar parte del Ballet Mayor. «Nos dijeron: ‘Si no les gusta, váyanse’, eso dolió mucho», reveló Mutti.
Reclamos por falta de transparencia y diálogo
Para el Ballet Mayor, la situación no se reduce a un cambio de profesor. «Uno se encariña con la institución, y cuando pedimos la reunión fue porque tenemos sentido de pertenencia», explicó Mutti, quien sostuvo que la falta de respuestas claras genera desconfianza sobre el trasfondo de estas decisiones.
En la reunión con la comisión, los bailarines aseguran que fueron silenciados cada vez que intentaron expresar sus inquietudes. «Incluso en un momento apagaron las luces y nos dijeron que nos vayamos«, denunciaron.
Posibles vínculos con las elecciones internas
Mutti vinculó el conflicto con las recientes elecciones dentro de la Peña, donde dos listas se disputaron la conducción con una diferencia mínima. Según comentó, la nueva gestión les dijo que al haber ganado, tenían derecho a tomar determinaciones sin considerar la postura del Ballet Mayor.
A pesar de los inconvenientes, los bailarines continúan firmes en su reclamo. Exigen diálogo, respeto y el reconocimiento del trabajo realizado, que el año pasado los llevó a ser reconocidos en Pirán como la mejor delegación mayor. Sin embargo, sostienen que ese logro nunca fue publicado por la institución.
El conflicto sigue abierto, y los integrantes del Ballet Mayor buscan recuperar su espacio dentro de la Peña, apostando a la participación y el consenso.