No son mariposas en la panza. Tampoco pajaritos que cantan por doquier. Lo que ocurre cuando dos personas se enamoran est\u00e1 perfectamente documentado por la ciencia: la \u00abcabecita de novia\/o\u00bb tiene una explicaci\u00f3n.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n

Muchas veces cruzarse con una persona especial, un llamado por tel\u00e9fono o un simple mensaje pueden producir una sensaci\u00f3n indescriptible que atraviesa el cuerpo y cambiar un d\u00eda que hab\u00eda empezado con el pie izquierdo por uno en que todo se vea color de rosas.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n

Es que el amor hacia otra persona es una experiencia reconfortante, que al igual que el amor materno est\u00e1 vinculado con la perpetuaci\u00f3n de la especie humana. Y asombrosamente se descubri\u00f3 que\u00a0las zonas del cerebro que se activan cuando alguien se enamora son zonas que hacen que los est\u00edmulos que se reciben se intensifiquen<\/strong>, por lo que la persona se siente bien con facilidad ante el m\u00e1s m\u00ednimo est\u00edmulo y magnificar\u00e1 las interacciones entre los neurotransmisores encargados de generar m\u00e1s placer.<\/p>\n

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\u00bfQu\u00e9 se\u00f1ales qu\u00edmicas permiten que pase todo esto? Ya sea durante el orgasmo o simplemente mirando una foto de esa persona hay un aumento de las concentraciones de dopamina y norepinefrina en el \u00e1rea tegmental ventral del cerebro. Esta zona no s\u00f3lo dispara el deseo sexual hacia la otra persona sino que tambi\u00e9n da la motivaci\u00f3n y las ganas de estar m\u00e1s tiempo a su lado.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n
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Seg\u00fan un\u00a0estudio\u00a0realizado en 2013, aunque el amor apasionado usualmente involucra una atenci\u00f3n mayor y casi obsesiva hacia la persona amada, la evidencia anecd\u00f3tica sugiere que la concentraci\u00f3n del amante para tareas diarias como el estudio y el trabajo en realidad puede verse afectada, lo que sugiere un control cognitivo reducido. El afecto tambi\u00e9n podr\u00eda contribuir a los cambios en el control cognitivo.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n
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Los centros del placer son zonas del cerebro vinculadas con el sistema de recompensa<\/strong>, que es el sistema dopamin\u00e9rgico mesol\u00edmbico y si se estimula esta regi\u00f3n, el aprendizaje se torna m\u00e1s f\u00e1cil ya que puede ser interpretarlo como algo placentero.<\/p>\n
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Tambi\u00e9n se ve un\u00a0aumento de oxitocina en el n\u00facleo accumbens -a veces denominado el neuromodulador del compromiso-<\/strong>, que en los mam\u00edferos est\u00e1 fuertemente asociado con la generaci\u00f3n de v\u00ednculos.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n
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La oxitocina, que es usada en obstetricia con diferentes fines, es conocida como \u00abla hormona del amor\u00bb y hay experimentos en animales donde se demostr\u00f3 un incremento en la formaci\u00f3n de parejas cuando se le inyectaba esta hormona.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n
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Cient\u00edficos de la Universidad de Concordia, en Canad\u00e1, fueron m\u00e1s all\u00e1 y hallaron que, en el cerebro, el amor pr\u00e1cticamente coincide con el \u00e1rea donde reside el deseo sexual.<\/p>\n
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Concretamente, a partir de veinte estudios independientes que examinaban la actividad cerebral de distintos sujetos mientras observaban im\u00e1genes er\u00f3ticas o fotograf\u00edas de sus seres queridos, Jim Pfaus y sus colegas llegaron a la conclusi\u00f3n de que tanto el amor como el deseo sexual activan \u00e1reas del n\u00facleo estriado y de la \u00ednsula. Sin embargo, las neuronas que se estimulan son ligeramente distintas. La regi\u00f3n activada por el deseo sexual es la misma que se pone en marcha ante est\u00edmulos que causan placer inmediato como el sexo y la comida. Sin embargo, el \u00e1rea vinculada al amor est\u00e1 implicada en procesos de condicionamiento mediante los cuales a aquellas cosas que nos generan una recompensa se les atribuye un valor, convirtiendo el deseo en amor.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n
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Finalmente, el compromiso casi obsesivo que experimentan en muchos casos quienes est\u00e1n enamorados se puede explicar en los niveles bajos de serotonina similares a los encontrados en pacientes con trastorno obsesivo compulsivo (TOC).<\/p>\n
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Y sobre la pregunta del mill\u00f3n acerca de qu\u00e9 tan adictivo es estar enamorado, la respuesta tambi\u00e9n la tiene el cerebro: este \u00f3rgano libera\u00a0feniletilamina<\/strong>, un compuesto org\u00e1nico que el propio cuerpo fabrica y que estimula al sistema nervioso.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n
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Esta sustancia, seg\u00fan la ciencia, es la responsable del amor y la sobreexcitaci\u00f3n. Se produce y se libera en exceso a trav\u00e9s de la orina durante la etapa del enamoramiento. Este proceso qu\u00edmico explicar\u00eda la euforia, la p\u00e9rdida del apetito y falta de sue\u00f1o durante dicha fase emocional.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n
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Pero esta \u00abvivir enamorado\u00bb no es algo que dure para siempre.\u00a0La \u00fanica posibilidad de estar permanentemente enamorado es encadenado sucesivas experiencias con diferentes parejas de un modo secuencial o en serie<\/strong>. \u00abEsta pr\u00e1ctica es similar a la del adicto que necesita siempre una dosis mayor, pues la aclimataci\u00f3n del cerebro a esa sustancia requiere cada vez mayor cantidad con menor frecuencia\u00bb, concluy\u00f3 Ignacio Pi\u00f1uel, psicoterapeta, escritor e investigador, autor del libro\u00a0Las trampas del amor<\/em>.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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