El intendente de Necochea, Arturo Rojas, mantuvo una reunión con dirigentes gremiales de la salud y del ámbito municipal para abordar la preocupación generada por el traspaso intempestivo de las cápitas de PAMI del Hospital Municipal «Dr. Emilio Ferreyra» hacia la clínica privada Cruz Azul.
Durante el encuentro, realizado en el despacho del jefe comunal, representantes del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), CICOP y ATE expresaron su alarma por el impacto de la medida. En particular, Gastón Díaz, secretario general del STM, manifestó que se trata de una decisión “arbitraria y repentina” que conlleva “un claro perjuicio económico” para el hospital y sus trabajadores. Díaz remarcó la preocupación por la reducción salarial que sufriría el personal sanitario y por la desprotección de los afiliados, principalmente adultos mayores.
Por su parte, Matías Rizzo, referente de CICOP, advirtió que el traspaso pone en riesgo a cerca de 10.000 afiliados de PAMI, quienes tradicionalmente se atendían en el nosocomio público. Según explicó, aún cuando las cápitas cambien de prestador, “los pacientes seguirán concurriendo al Ferreyra”, ya que el sector privado “no está preparado para absorber esa demanda de forma inmediata”, lo que podría provocar un desajuste importante en la atención local.
Además, Rizzo señaló que los fondos que PAMI giraba al hospital público permitían complementar los bajos salarios del personal de salud, agregando otra dimensión crítica a la situación: “La preocupación es doble: afecta a un sector vulnerable de la comunidad y a los ingresos del personal sanitario”.
Desde el Ejecutivo y los gremios coincidieron en que es fundamental la reacción de los afiliados de PAMI y de la comunidad en general para intentar frenar o mitigar el impacto de esta medida. También anticiparon contactos con los concejales para conocer su postura.
