Reanimación Cardiopulmonar Cerebral: Solo con las manos podes salvar una vida

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Por Sergio Marcos – Profesor en Edución Física – Guardavidas – Auxiliar en Enfermeria y Geriatría – Instructor RCP (Fundacion Udec / Federación Argentina de Cardiología) – Instructor Primeros Socorros RCP y DEA (ACES – AIDER Canadá) – Instructor en RCP para Profesionales de la Salud ( ACES- AIDER Canadá) – Instructor RCP Programa Provincial de Enseñanza de Reanimación Cardiopulmonar para la Prevención de Muerte Súbita Cardíaca (Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires) – Instructor BLS AHA (Asociacion Americana del Corazón).

La Reanimación Cardiopulmonar (RCPC) es una maniobra de emergencia. Consiste en aplicar compresiones rítmicas sobre el centro del pecho de una persona que haya sufrido una perdida súbita del conocimiento y se sospeche que no tiene signos vitales (paro cardíorespiratorio) para que el oxígeno pueda seguir llegando a sus órganos vitales.
El inicio inmediato de RCP por parte de alguien entrenado, aunque no sea un profesional, puede aumentar en un 40 por ciento las posibilidades de supervivencia de los afectados.
El entrenamiento periódico en RCP es esencial para que tus aptitudes se mantengan en un buen nivel.


La RCP puede salvarle la vida a una persona. Si aprendés la maniobra, podés brindarle esa oportunidad a alguien que lo necesita trasformándose en un ciudadano solidario.
Pasos a seguir
Siempre que la escena sea segura, en caso contrario no te acerques.
1-Evaluá el estado de conciencia de la víctima.
Movela suavemente de los hombros y preguntale en voz alta “¿Me escuchás? ¿Te sentís bien?”.

¡Muy importante! En tiempo de pandemia, no acercarse demasiado al rostro de la víctima, tanto el rescatador como la misma deben tener colocado tapaboca.

Si no responde, no respira, jadea o respira con dificultad, continuá con los siguientes pasos.
2-Llamá al número de emergencias (107 o 911) o pedí a otra persona que lo haga. Averiguá cuál es el número de emergencias médicas de tu localidad y tenelo siempre a mano.
3-Iniciá la maniobra de reanimación cardiopulmonar cerebral (RPCC).

a. Comprimí hacia abajo el torax de la persona hasta hundirlo entre 5 a 6 cm.
b. Mantené siempre los brazos extendidos.
c. Apoyá el talón de una mano en el centro inferior del esternón. Colocá el talón de la otra mano sobre la primera y entrelaza tus dedos.
d. Zona donde se deben realizar las compresiones.
Tenés que hacer compresiones a una frecuencia de 100 y 120 compresiones por minuto, hasta que recobre signos vitales, se conecte un DEA, llegue la ambulancia o estes agotado.

Reevaluá el estado de la persona
Si no recupera signos vitales continuá con las compresiones hasta que llegue el equipo de emergencias.
Si la persona recupera la respiración y el pulso o la conciencia, colocala de costado o posición de recuperación (lateral), hasta que llegue la ambulancia.
Esta posición deja libre las vías respiratorias y evita una posible aspiración de vómito por parte de la víctima.

La RCP precoz junto al acceso público inmediato a la desfibrilación (entre 3 a 5 minutos) son 2 pasos cruciales en el aumento de las posibilidades de sobrevida de una persona que ha sufrido una muerte súbita, ya que por cada minuto que pase sin RCP y sin descarga eléctrica, disminuye de 7 por ciento a 10 por ciento la chance de salvar a una persona.
Por tal motivo es fundamental promover un ambiente saludable para nuestro corazón y cerebro, como también el aprendizaje de maniobras de RCP desde la temprana edad, postergando en el tiempo la aparición de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, aumentando así la longevidad y calidad de vida.
La RCP salva vidas, y salvar vidas constituye la expresión más alta de la esperanza.