“Quién tiene un amigo, tiene un tesoro”

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Hay amistades pequeñas y amistades enormes. Amigos pasajeros, amigos de un momento particular de nuestra vida y amigos “para siempre” con quienes se recorre el camino de la vida. Amigos del trabajo con los que se construye un vínculo estrecho y otros que sólo estuvieron cerca en un momento difícil o feliz.

Hay amigos para salir a divertirse y también amigos para la reflexión, los que ponen la oreja en esos días difíciles que transitamos y saben aconsejar. Y no dudan en pedir consejos. Amigos de la infancia, que quizás ya no vemos pero siguen llevando ese título y amigos que llegan a acompañarnos por siempre.

Hay muchas clases de amigos y todos son importantes. Los amigos son las personas que elegimos para compartir y pasar nuestro valioso tiempo y lo más importante es que siempre están ahí cuando les necesitamos. Pero ¿por qué se celebra el Día del Amigo en la Argentina y cuál es vinculo que tiene con la llegada del hombre a la Luna?

En nuestro país se celebra el 20 de julio y surgió  por iniciativa de un argentino, Enrique Ernesto Febbraro. Y la explicación se remonta al año 1969, o en verdad desde mucho tiempo antes. La idea de festejar el Día del Amigo fue una vieja ocurrencia de sus años de juventud, a principios de la década del 40, cuando este dentista y profesor de Psicológica, Filosofía e Historia, además de músico, trabajaba de locutor en Radio Argentina.

Muchos años después, el 20 de julio de 1969 mientras, al igual que millones de personas en el mundo, Febbraro era testigo de la histórica llegada del Hombre a la Luna, encontró el argumento ideal para convencer a muchos en el planeta de que la amistad debía celebrarse. Para él, la imagen de la transmisión televisiva de los astronautas estadounidenses pisando el suelo lunar, y el hecho de que todo el planeta estuviera pendiente de sus movimientos, representaba el sentido más profundo de la amistad.

Antes de que el Apolo XI regresara a la Tierra, Ernesto Febbraro ya se había puesto en acción para promover el festejo a nivel internacional. Por fin había encontrado el día: debía ser el 20 de julio, en homenaje a la llegada del Hombre a la Luna. Desde su consultorio de Lomas de Zamora, el odontólogo inició una campaña que consistió en enviar mil postales a personalidades de cien países -su condición de miembro del Rotary Club ayudó en la “cruzada”-, y ocho de cada diez destinatarios aplaudieron la iniciativa. Entusiasmado con la buena respuesta que había obtenido del exterior, Febbraro pidió ayuda a sus propios amigos, además de contactarse con políticos, representantes de la Iglesia, medios de comunicación y organismos públicos locales decidido a lograr que se declarara el 20 de julio como Día del Amigo en la Argentina.

La amistad es sin dudas, esa máxima virtud que tenemos por el desinterés que lleva implícito, un símbolo de transparencia y autenticidad como debe ser el vínculo que une a las personas que merecen ser llamadas amigas. Es ese vínculo humano esencial, basado en el compañerismo y la confianza, es sin duda un valioso tesoro para nuestra vida.

Por Carlos Laboranti, Director Ejecutivo