En una jornada marcada por la tensión gremial, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) lleva adelante este martes 20 de mayo el primer paro docente contra el gobierno de Axel Kicillof desde el inicio de su gestión en diciembre de 2019.
La medida, impulsada de forma autónoma y ratificada pese a la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Provincia, pone en evidencia un cambio en la relación entre el Ejecutivo bonaerense y el sector educativo.
La FEB convocó al paro en rechazo a la última propuesta salarial ofrecida por la administración provincial, que consistía en un aumento del 10 por ciento dividido en dos tramos: 6 por ciento en mayo y 4 por ciento en julio. De haberse aceptado, el salario de un maestro de grado inicial hubiera alcanzado los 643.057 pesos este mes y 670.210 pesos en julio, representando una mejora de 40.059 pesos y 27.153 pesos respectivamente en cada etapa.
Sin embargo, desde el gremio consideraron insuficiente la oferta. Liliana Olivera, presidenta de la FEB, afirmó que el incremento “no logra recomponer el importante rezago salarial que vienen sufriendo los sueldos de los docentes en los últimos meses” y remarcó que “no estamos dispuestos a aceptar propuestas a la baja”.
La decisión gremial también responde al “estancamiento” en las negociaciones paritarias, según denunciaron desde la FEB, y a la falta de respuesta en las mesas técnicas. En ese contexto, el Congreso del sindicato decidió avanzar con una medida de fuerza a nivel provincial.
El Ejecutivo respondió rápidamente al anuncio de la FEB. El viernes 17 de mayo, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria con el objetivo de desactivar el paro y retomar el diálogo. Sin embargo, la FEB ratificó la huelga. “La conciliación obligatoria sólo busca cercenar el derecho a huelga”, manifestaron desde la cuenta oficial del gremio en la red social X.
Este lunes, el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, fue claro: “El trabajador o trabajadora que no concurra, obviamente se le va a descontar el día”. La Provincia anticipó así que no reconocerá la jornada de paro como válida y aplicará el correspondiente descuento salarial a quienes se adhieran.
La medida de fuerza profundiza las diferencias dentro del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB), que agrupa a los principales sindicatos del sector. Hasta ahora, los reclamos se habían canalizado de manera conjunta. Esta es la primera vez que un gremio docente toma una decisión de forma autónoma y lanza una huelga en solitario durante el mandato de Kicillof.
En nuestra región, el acatamiento al paro fue muy alto en Necochea, con un 90 por ciento, mientras que en San Cayetano alcanzó el 77 por ciento, en Tandil el 65 por ciento, en Lobería el 64 por ciento y en Balcarce el 55 por ciento.