Para imitar: Un proyecto que «siembra» vida

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Desde niños, nos han enseñado de la importancia que tienen los árboles para la humanidad y la naturaleza, por eso se dice que sembrar un árbol es sinónimo de sembrar vida.
Pero aunque todos tengamos en claro los innumerables beneficios que los árboles tienen en general y, en particular, en las ciudades y pueblos, más de una vez observamos como, ante la menor molestia, los mismos son sacados sin ser reemplazados por otra especie.
Las causas son múltiples, que el árbol rompe la vereda, que tapa la luz a la casa, que las ramas molestan, que las hojas generan suciedad… Algunos motivos son muy lógicos, aunque es verdad que por ejemplo, si una planta daña una vereda, puede ser reemplazada por otra más adecuada, que no genere grandes raíces.


Esta introducción, es para destacar los proyectos que han presentado los ingenieros agrónomos en Lobería, San Cayetano, Balcarce y otras localidades, de llevar adelante un plan de forestación urbana, los cuales en algunos casos ya se están instrumentando.
El Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de Buenos Aires (Ciafba) está llevando adelante este ambicioso proyecto, que incluye la plantación de árboles en veredas y paseos públicos, en pos de mejorar el medio ambiente a través de los ejemplares como generadores de oxígeno.
La entidad se hace cargo de generar los recursos económicos para la compra de las plantas y a su vez, en cada localidad, los propios ingenieros agrónomos asesoran sobre las especies que son más convenientes colocar según el sector de la ciudad.
Pero además, el proyecto tiene otro aspecto que nos resulta importante y es algo sobre lo que varias veces hemos hecho hincapié desde este mismo espacio; el trabajo en equipo y el hecho de involucrar a la comunidad. Porque los ingenieros agrónomos involucran en el proyecto a los municipios, quienes trabajan de manera articulada por ejemplo en la preparación de los terrenos; y a los vecinos, que cumplirán un papel fundamental, que es el de cuidar los árboles y los paseos públicos.
Incluso, otro aspecto positivo, es que el proyecto está pensado para que se extienda en el tiempo, por lo que de manera anual, irá llegando a distintos sectores de cada localidad, en base a las zonas propuestas por cada municipio.
En el caso de Lobería, la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Lobería, trabaja desde el mes de agosto en la creación de un paseo botánico en la zona de La Estación, en una longitud 1.100 metros por 25 metros de ancho, que van desde el acceso Eva Perón por la calle Raggio hasta la aceitera.
En Balcarce, la Asociación de Ingenieros Agrónomos de dicha localidad a través de los profesionales del área de Arbolado Urbano, trabajan, también desde hace más de 4 meses, en un plan de plantación en los bulevares de la avenida Eva Perón, entre la zona de la vía y la 120.
Por su parte, en San Cayetano la propuesta es mucha más reciente. Referentes del Colegio de Ingenieros Agrónomos, le presentaron la semana pasada, al intendente Gargaglione y sus funcionarios, un proyecto de forestación destinado a espacios públicos que así lo demanden. Las áreas de Producción y Espacios Verdes evaluarán los sectores donde falta forestación.
Vale destacar que en las ciudades, el arbolado público aporta oxígeno al aire, protege de los rayos ultravioletas, regula la temperatura y humedad ambiental, filtra la contaminación sonora, disipa la fuerza de los vientos y mejora el paisaje urbano, entre otros múltiples beneficios.
Probablemente los ingenieros agrónomos de la Provincia de Buenos Aires, podrían haber publicado un largo comunicado hablando de las bondades de plantar un árbol y explicando la preocupación por la tala de los mismos, pero decidieron ir más allá, decidieron actuar, gestionar e involucrarse para hacer este aporte tan importante para la comunidad y el medio ambiente.
Seguramente esto servirá para que cada uno de nosotros recordemos aquello que prendimos de niño; sembrar un árbol y cuidarlo, es sembrar y cuidar la vida.

Carlos Laboranti – Director Ejecutivo