Desde su instalación en 1995 en Balcarce, McCain ha consolidado no solo su producción regional, sino también su vínculo con la comunidad local, transformando profundamente el entorno en estos 30 años de presencia en Argentina. La planta cuenta hoy con una capacidad de 27 toneladas por hora, genera 600 empleos directos y más de 3.000 indirectos, y abastece mercados tanto en Sudamérica como en destinos internacionales como Sudáfrica.
En el marco de los festejos por el aniversario, se desarrolló una jornada especial que incluyó una charla en el microcine del Museo Juan Manuel Fangio y una visita a la planta ubicada sobre la Ruta Nacional 226. Durante el encuentro, Diego Peña, Director General para Cono Sur de McCain, expresó el sentimiento de estos días: “Estamos muy contentos. 30 años en Argentina es un hito. Balcarce es la zona papera por excelencia del país y es un orgullo ser parte de este camino.”
Entre los aspectos más destacados de la trayectoria, se remarca el compromiso con la comunidad, reflejado en el empleo local y en programas sociales como “Sembrando Futuro”, del que participaron más de 700 jóvenes. Además, la empresa mantiene una relación activa con instituciones, colaboradores y el municipio.
En materia ambiental, la planta se abastece en un 100 por ciento con energía eléctrica renovable y trabaja en la optimización del uso del agua y otras prácticas sostenibles, en línea con una política que contempla el impacto ambiental, social y económico.
La infraestructura también ha evolucionado, incorporando líneas de producción de papas fritas, especialidades, puré deshidratado y un nuevo depósito de congelado. La producción anual supera las 200.000 toneladas de papas bastón.
Respecto al futuro, Peña apuntó al crecimiento del mercado nacional, donde el consumo per cápita de papa congelada es de 2 kilos, muy por debajo de los niveles europeos. Esta diferencia representa una gran oportunidad: “Queremos estar cada vez más presentes en la mesa de los consumidores, en hogares y restaurantes. Para eso desarrollamos productos que acerquen al consumidor del fresco al congelado.”
La historia de McCain en Balcarce trasciende lo empresarial: es también una historia de impacto social y desarrollo sostenido, una muestra del potencial transformador que surge del trabajo articulado entre industria y comunidad.