Lobería vivió un juicio histórico

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En el día de ayer, se llevó a cabo el séptimo juicio por jurado en el Departamento Judicial Necochea, y por iniciativa del juez Mario Juliano, se llevó a cabo en Lobería, lugar en el que habían acontecido los hechos en cuestión.

El lugar en el que se enjuició a Sergio Guglielmetti por el homicidio de Gabriel Ceci Losada, fue la sala de sesiones del Honorable Concejo Deliberante, que fue acondicionada para tal ocasión, con vallas que permitieran separar a las familias del acusado y de la víctima, además de mantener la ubicación habitual de la fiscalía, la defensa, el juez y el jurado.

Lógicamente la presencia policial no fue la habitual en en palacio municipal, en cuya parte superior está ubicado el HCD.

Además de familiares de los implicados en el hecho, se hicieron presentes, entre otros, el presidente del Concejo Deliberante, Mario Hardoy, alumnos y docentes de instituciones educativas y vecinos que mostraron interés en el histórico juicio desarrollado en nuestra ciudad.

El desarrollo del juicio, en general, fue tranquilo, sin vivirse situaciones de extrema tensión, hasta el momento en que se dio a conocer el veredicto. Allí, al anunciar el jurado que Guglielmetti había sido encontrado «no culpable», la madre y otros familiares de Ceci Losada, comenzaron a insultar al imputado e incluso a la esposa de este. Fue el momento de mayor tirantez del día, hasta que el personal policial los acompañó hasta el exterior de la sala.

El juez Juliano entendió la situación como comprensible y posteriormente agradeció a los integrantes del jurado.

En cuanto a Guglielmetti, se mostró conmovido durante la mayor parte del día, rompiendo en llanto en reiteradas ocasiones, algo que se vio también entre sus familiares. En el momento en que fue declarado «no culpable», no pudo contener las lágrimas, mientras era saludado por su abogada y su ayudante, algo que luego hicieron su esposa y demás familiares. Enseguida tomó en sus brazos a su pequeña hija.

El juicio

Vale aclarar que en ningún momento se puso en discusión la autoría del hecho, puesto que la defensa comenzó aceptando que su asistido era el autor del crimen, aunque lo había hecho en «legítima defensa», tanto de su persona como de su esposa, en ese momento, embarazada.

A lo largo del debate, declararon efectivos policiales, vecinos, familiares y hasta el propio imputado, cuyo testimonio, a decir del propio fiscal, resultó fundamental para que finalmente fuera declarado «no culpable».

A lo largo del día, la abogada, Laura Barbafina, insistió en que su defendido, reaccionó ante el ataque de Ceci Losada con un elemento contundente, con el que lastimó en la cabeza a Guglielmetti; mientras que el fiscal Cipolletti afirmó que dicho elemento era un «caño de luz de poco peso» y que el agresor no actuó en legítima defensa.

A la hora de dársele la última palabra al imputado, sólo atinó a decir «sé que está la familia de él, les quiero decir que yo no tuve la intención de matarlo».

Tras los alegatos, el jurado deliberó por espacio de una hora, hasta que tuvo el veredicto, que fue anunciado por la presidente del jurado. El «no culpable» indica que el jurado consideró que Guglielmetti actuó en «legítima defensa».

Vale destacar que antes de la deliberación del jurado, el juez Juliano anticipó, entre otras cosas, que para declarar la culpabilidad, necesitaban contar con al menos 10 votos, de los 12 integrantes; mientras que para declararlo «no culpable», bastaba con una mayoría simple.

Emoción y temor

Tras conocerse el fallo, Sergio Guglielmetti se mostró muy emocionado y, con su hija en brazos y sin poder contener el llanto, habló brevemente con Sendero Regional, afirmando que «yo siempre dije que yo no había tenido intenciones de lastimarlo, pero sabía que era algo grave que había pasado, que había una persona que había fallecido y que yo podía pagar igual, y si tenía que pagar lo iba a hacer, pero yo sabía que había defendido a mi familia, a mi señora y a mí».

Luego indicó que el que pasó «fue el peor año de mi vida», para agregar que «ahora tengo miedo que me quieran hacer algo, porque después de que pasó lo que pasó, a mí el padrastro de él que en ese momento estaba preso, me amenazó, y tiraron tiros afuera de mi casa, y tengo miedo que ellos vayan otra vez y quieran hacer quilombo».

Por último afirmó que su idea es irse a vivir con su familia lejos de la ciudad.