Este jueves, la jueza Luciana Irigoyen Testa dictó una condena de 9 años y 6 meses de prisión a un vecino de Lobería, declarado culpable del delito de abuso sexual gravemente ultrajante contra su hija menor de edad, ocurrido en el marco de la convivencia familiar entre los años 2017 y 2021.
Además de la prisión efectiva, el fallo incluye medidas complementarias de carácter preventivo y simbólico: la toma del perfil genético del condenado para ser incorporado al registro de agresores sexuales y la obligación de asistir a un curso orientado a desandar conductas violentas.
El acusado participó de la audiencia de forma virtual desde la Unidad Penal Nº 15 de Batán, donde se encuentra alojado tras ser hallado culpable por un jurado popular en junio pasado. Durante ese juicio, luego de casi dos horas de deliberación, 10 de los 12 miembros titulares votaron por la culpabilidad, sellando el veredicto que abrió paso a esta etapa de imposición de pena.
En la audiencia de cesura, el fiscal Walter Pierrestegui solicitó 11 años de prisión, mientras que el defensor Martín Bernat propuso la pena mínima prevista por la ley, de 8 años. Finalmente, la magistrada optó por una pena intermedia, tomando en cuenta la gravedad del delito y las circunstancias personales del acusado.
