Del lunes al viernes de la semana pasada se realizó la Fiesta de la Lectura en el Espacio Cultural, con la organización de la Dirección Municipal de Educación y Cultura junto a Jefatura Distrital y Consejo Escolar. Una vez finalizado el evento se evaluó lo ocurrido y el resultado es altamente positivo; el Espacio Cultural tuvo un movimiento impresionante, lo recorrieron instituciones educativas y familias, chicos y grandes; artistas, narradores y escritores de otras ciudades nos visitaron y se le dio también un lugar a lo local; durante cinco días la lectura estuvo de fiesta y ya surgieron algunas propuestas para la octava edición que tendrá lugar en 2018.
En distintos salones y en el patio del Espacio Cultural hubo propuestas para todas las edades: espacios de lectura, narraciones, presentaciones de libros, actividades y talleres, muestras y espectáculos, exposición y venta de libros.
Un lugar destacado tuvo la muestra homenaje a María Elena Walsh, en el Salón de Exposiciones, que recibió la visita de niños, jóvenes y adultos. Ésta puede recorrerse hasta el 7 de noviembre. Los niños del jardín y los adolescentes del secundario escucharon narraciones de Verde Violeta y de Adriana Castro y Mónica Jurado. Y los adultos también escucharon fragmentos de novelas, micro relatos, poemas y poesías de escritores de Mar del Plata, y pudieron conversar con ellos: nos visitaron Carlos Cartolano, Claudia Morro y Nora Albalat.
También hubo un espacio dedicado a la presentación del libro “De orugas a mariposas”, de la psicóloga necochense Sandra Altolaguirre y equipo conformado por profesionales de distintas disciplinas que le dan a dicho libro una trama y una estructura muy interesante y comprometida al abordar el tema sobre situaciones de violencia en niños y niñas. La narración sobre nuestra historia local también tuvo su lugar: los alumnos del taller de Narración Oral a cargo de Marcelo Musarra realizaron actividades con alumnos de secundaria, y Ana Delia Rodríguez leyó un cuento de su propia autoría que había recibido premio en un concurso.
La literatura también se mezcló con las artes escénicas: los alumnos del taller de teatro de José Hugo Villarreal ofreció teatro leído; alumnas del taller de Actuación de Claudio García mostraron una escena, explicando cómo se trabaja en ese espacio desde la dramaturgia de actor y no desde un texto literario para ser representado; la profe de Laboratorio de Teatro Paula Soldavini hizo un taller de teatro de sombras para chicos, y Claribel Medina dictó un seminario de teatro para que aparezca el personaje, a partir de un libreto o guión y desde el trabajo del actor. Pero no fueron los únicos talleres, a éstos se sumaron el Grupo Papelnonos, con narraciones y construcciones de bombillas musicales; Luciano Mastronardi con su taller de música y murga, y Matías Agel con sus alumnos del Taller Digitalizarte, que invitaban a hacer arte multimedia a partir de cuentos clásicos.
Y si de clásicos hablamos, no podemos dejar de mencionar el espectáculo que pusieron en escena las alumnas del Taller de Ritmos de Pamela Beltrán, quienes bailaron a partir de imágenes y situaciones de cuentos que todos conocemos, y tuvieron que hacer doble función porque se agotaron las entradas para la función prevista.
La Fiesta cerró con un espectáculo musical de tangos y boleros con Claribel Medina y Esteban Morgado, quienes tuvieron la generosidad de compartir escenario con artistas locales y profesores de la Dirección de Educación y Cultura: Nicolás Altieri (músico y profesor de guitarra criolla), Paz Giorgi y Federico Pérez Spinelli (profesores y bailarines de tango). El público se divirtió con anécdotas de Claribel y de Morgado, disfrutó de la música y aplaudió de pie.
Para el año próximo se seguirá apostando a lo local, a la historia nuestra, a darle participación a los talleres de la Dirección de Educación y Cultura; se proyectó también realizar actividades pre-fiesta de la lectura, y ampliar los días y horarios para la venta de libros.