La importancia de los controles ginecológicos en las diferentes etapas de la vida en la mujer

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La vida de las mujeres transcurre progresivamente por distintas etapas, no es lo mismo realizar un control ginecológico a una adolescente de 15 años, que, a una mujer mayor de 75 años, y eso se debe a que existen diferentes ciclos en la vida femenina.

El primer control ginecológico se aconseja que sea después de la primera menstruación, en donde se explica a la paciente los procesos fisiológicos que se desarrollaron y se desarrollaran en su cuerpo, brindando tranquilidad, y un ámbito de confianza para despejar cualquier tipo de duda.

Actualmente se encuentra incorporado al carnet de vacunación, a partir de los 11 años, la vacuna contra el HPV, por lo cual, en el caso de no haberla colocado, se recomienda su aplicación.

Es muy importante durante el control ginecológico de las pacientes adolescentes, crear una relación de confianza, a fin de permitir una mayor fluidez a la hora de la consulta, y dejar temas tabúes de lado.

Dado que es en la adolescencia, en general, el comienzo de las primeras relaciones sexuales, es muy importante la consulta con el ginecólogo, para asesoramiento de métodos anticonceptivos, que no solo cumplirán su función en la planificación familiar, sino que también, con el uso del preservativo como método de barrera, se evitarán las infecciones de transmisión sexual.

Durante el examen ginecológico se realizará un examen clínico, mamario, y pelviano, en conjunto con la primera toma de Papanicolaou, al año de haber iniciado las primeras relaciones sexuales, a fin de detectar de forma temprana, alteraciones celulares que pueden estar asociadas al cáncer de cuello de útero, el cual, a su vez, guarda relación con el Virus del Papiloma Humano.

A partir de los 35 años, se puede realizar la primera mamografía, como estudio de base, por única vez, acompañado de una ecografía mamaria guiada, y luego a partir de los 40 años las mismas, se realizarán anualmente.

Para el estudio de los órganos genitales internos, se continuará realizando el examen físico pelviano, y se puede complementar el mismo, con una ecografía ginecológica transvaginal, a fin de detectar patologías asociadas a los ovarios o al útero.

A partir de los 50 años, aumenta la incidencia de cáncer de mama, de endometrio, de ovario y de cuello de útero, por lo que se continúa realizando el control anual, en conjunto con los métodos de estudio complementarios nombrados anteriormente.

Conforme se instala la menopausia, consecuencia de la depleción ovárica, aumenta además el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de osteoporosis, esta última, se recomienda estudiar, según cada caso particular, con el estudio de densitometría mineral ósea, la cual suele estar indicada para la población general, a partir de los 65 años, o antes, en el caso de existir factores de riesgo.

No existe fecha de vencimiento para dejar de realizar el control ginecológico, dado que, para muchas mujeres, en algunos casos, este puede ser el único control médico que se efectúen.

Analia Toblado – Médica Ginecóloga