Este fin de semana, Lobería le está rindiendo homenaje a una de las mujeres más emblemáticas de su historia: Ana Beker.
En el año 1953, esta intrépida aventurera logró unir Buenos Aires con Ottawa, Canadá, a caballo, recorriendo 25.000 kilómetros en 3 años, 8 meses y 5 días. Una proeza que no solo demostró su resistencia física y mental, sino que también rompió barreras y estereotipos sobre las capacidades de las mujeres en una época en la que la igualdad de género era un concepto casi inexistente.
La hazaña de Ana Beker es un ejemplo inspirador de lo que pueden lograr las personas cuando se les brinda la oportunidad de demostrar su potencial. En una era en la que las mujeres enfrentaban numerosos obstáculos y prejuicios, la loberense Amazona de las Américas se atrevió a desafiar las convenciones y a escribir su propia historia.
Este homenaje que comenzó ayer y que finalizará en el día de hoy, es especialmente valioso porque permite que las nuevas generaciones conozcan la historia y los logros de Ana Beker, inspirándolos a emular su valentía, determinación y espíritu aventurero. Es fundamental que nuestros jóvenes conozcan y aprendan de las mujeres pioneras que han marcado la historia, ya que su legado es un faro de inspiración para el futuro.
El proyecto de la Escuela Nº 31 de La Floresta, que dio vida a este homenaje, es un ejemplo destacado de cómo la educación puede ser un vehículo para preservar la memoria histórica y promover los valores de igualdad y empoderamiento. La iniciativa de los estudiantes y docentes de esta institución es un testimonio de la importancia de la participación activa de la comunidad en la preservación de nuestra historia.
La cabalgata que se inició ayer en La Floresta y que pasado este mediodía llegará a Lobería, el descubrimiento de un cartel en la Rotonda El Gaucho y los espectáculos organizados en su honor, son un tributo merecido a la figura de Ana Beker. Su legado es un ejemplo inspirador para las generaciones actuales y futuras.
Vale agradecer a los organizadores de este homenaje, desde la Escuela Nº 31 de La Floresta hasta la Escuela Nº 4 de El Moro, el Museo Histórico La Lobería Grande y la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Lobería, por mantener viva la memoria de Ana Beker y por recordarnos la importancia de reconocer y celebrar los logros de las mujeres pioneras que han marcado la historia.
Es de esperar que el espíritu de la amazona loberense siga inspirando a las mujeres y a nuestra comunidad.
Carlos Laboranti, director ejecutivo