Este miércoles, los vecinos de Lobería y Necochea se unieron en una emotiva celebración religiosa en honor a la Virgen del Carmen, patrona de ambas localidades. La jornada estuvo marcada por la espiritualidad, el compromiso comunitario y el deseo de mantener viva la tradición.
En Lobería, gran cantidad de gente participó de la procesión que recorrió las calles de la ciudad, con fieles acompañando con cantos y signos de fe. El clima fue de profunda emoción, y la Santa Misa, presidida por el padre Julio Malla, se celebró en un ambiente de comunión y recogimiento.
Simultáneamente, en Necochea, la celebración tuvo lugar en la Parroquia Santa María del Carmen, donde la Santa Misa fue presidida por el obispo, monseñor Ernesto Giobando. Durante su homilía, Giobando destacó la importancia de sostener las raíces cristianas, invitando a los presentes a reflexionar sobre el significado de la fe en la vida cotidiana y a fortalecer el compromiso con los valores que la Iglesia promueve.
Ambas celebraciones dejaron en claro que, más allá de las diferencias geográficas, el sentimiento de devoción y unidad en torno a la Virgen del Carmen sigue siendo un lazo fuerte entre las comunidades.
