El juicio laboral injusto e inadmisible que afronta la “Asociación Amigos Paraje Las Cascadas”

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Foto Mauro Jensen

La “Asociación Amigos Paraje Las Cascadas” surgió en el año 2008 con el objetivo de reconstruir el espacio del Paraje Las Cascadas que se formó de manera natural sobre el río Quequén Grande y que durante mucho tiempo había estado abandonado y olvidado.

Actualmente los miembros de la Asociación atraviesan injustamente un juicio laboral de monto significativo que inició el casero del predio. El mismo fue promovido por una pareja de abogados que paradójicamente formaron, tiempo atrás, parte de la comisión de dicha Asociación. Por otra parte, desde hace un año, los miembros se encuentran imposibilitados para ingresar al espacio y continuar con las mejoras y arreglos debido a las agresiones verbales recibidas por parte del encargado del lugar.

Hace nueve años Roberto González Mendizábal y Mauro Jensen, ambos Ingenieros civiles, fueron convocados por una comisión de seguidores de Ceferino Namuncurá para hacer un Santuario en las cercanías de las Cascadas. Mientras realizaban las obras descubrieron que la zona se encontraba totalmente destrozada. El camping, que en su momento perteneció al Sindicato Municipal, solo tenía las paredes. Fue así que los ingenieros juntos a otros vecinos de Necochea decidieron formar una organización sin fines de lucro para comenzar a acondicionar el lugar.

Mauro Jensen, Roberto Gonzalez Mendizaval y Mario Preckel

Roberto, presidente de la Asociación, recuerda con claridad cómo fue encontrarse con ese espacio “cuando estábamos trabajando vimos que del otro lado del puente, donde hubo históricamente un camping muy importante, había un terreno totalmente deteriorado y abandonado. En aquel momento estábamos próximos al verano y nos pareció una buena idea comenzar a acondicionar el lugar. Fue entonces que decidimos reforzar la comisión y nos presentamos en la Municipalidad. Bajo la gestión del Dr. Daniel Molina, presentamos un proyecto para arreglar la zona, limpiarla y darle valor nuevamente”, comenta el ingeniero.

Mario Preckel, pro-tesorero de la ONG, explicó que “en aquel momento conformamos una comisión directiva y nos inscribimos como Entidad de Bien Público y con Personería Jurídica. Logramos que el Honorable Concejo Deliberante promulgara una Ordenanza que nos permitía hacer uso de ese espacio por un periodo de quince años, con cinco años más de prórroga”.

La Asociación comenzó a trabajar y limpiar el lugar, acondicionaron la construcción de la zona del camping, sembraron más de 2000 árboles y plantas y llevaron la iluminación pública entre otras mejoras. Para aquel entonces, era necesario que el lugar contara con un cuidador. Fue así, que la Municipalidad trasladó a un empleado de su planta para que trabajara en la zona de piscicultura (en el mismo predio) y fuese quien se encargara de esa tarea. En este sentido Roberto explicó que “el casero es empleado de la Municipalidad por la labor que realiza en piscicultura y se vinculó con la Asociación a través de un documento legal instrumentado en un “Comodato de Uso”. De esta manera, el casero se comprometía a cuidar el espacio y mantenerlo y a cambio podía hacer uso de la vivienda y explotación de la proveeduría, alquileres de parrillas, de carpas y espacio para motorhomes. La totalidad del dinero recaudado quedaba para él”.

Hace un año que los miembros de la Asociación se encuentran inmersos en una situación conflictiva por una demanda laboral que lleva adelante dicho casero contra la organización, pretendiendo además coartar el accionar de los miembros de la misma.

“Durante los nueve años de trabajo voluntario no obtuvimos rentabilidad por la explotación del lugar, solo organizábamos fiestas anuales para juntar dinero atendiendo la cantina. El único ingreso de dinero para la Asociación era a través de esas fiestas y del generoso aporte de los socios”, explicó Mario.

Foto Mauro Jensen

El año pasado, los miembros de la Asociación tenían las intenciones de dejar el espacio en manos de la Municipalidad para que la gestión de Facundo López pudiera explotarlo a nivel turístico y continuara con las tareas de mantenimiento, pero la situación del juicio impidió ese traspaso porque el verano se aproximaba y prefirieron no generar conflictos que repercutieran en la imagen del lugar.

La situación del juicio laboral avanza. El mismo fue promovido por dos abogados que formaron parte de la Asociación en el pasado. Fueron ellos quienes impulsaron al casero a realizar el juicio sin siquiera nombrar el comodato como instrumento legal y que ellos mismos habrían confeccionado oportunamente. “Pretendemos que el tribunal de trabajo interprete mejor los hechos. Consideramos que hay una falta de ética por parte de los abogados y nos parece un acto de total deslealtad de parte de los profesionales”, afirmó Roberto.

Los aportes que ha brindado la Asociación a la zona de Las Cascadas son incuestionables. El trabajo comprometido e incansable de cada miembro de la Asociación impactó positivamente en los ciudadanos y en los turistas que pudieron disfrutar durante años de un espacio natural, emblemático, rico en fauna de aves y en forestación. Es inadmisible pensar cómo un grupo de vecinos que con esfuerzo y trabajo comprometido y desinteresado que hicieron un aporte tan importante para la ciudad, hoy atraviesen un juicio injusto e inadmisible.

Por Andrea Molina