El campo volvió a rechazar el cepo a la exportación de carne e insistió en reclamar un cambio profundo en el manejo del país

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El campo volvió a manifestar su rechazo a las restricciones a la exportación de carne vacuna, y pidió un cambio en la política agropecuaria y en el manejo del país. Fue durante un Consejo Directivo Abierto realizado este mediodìa en el predio de la Sociedad Rural de Olavarría y convocado por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP).

Representantes de la producción debatieron allí los pasos a seguir si el Gobierno mantiene o avanza con el cepo exportador. El próximo 31 de agosto vence el actual sistema de cuotificación de exportaciones de carne vacuna, que permite comercializar al mundo un máximo del 50% del promedio exportado en 2020.

En la reunión de Olavarría, que tuvo una concurrencia de unos 200 productores, diferentes sectores de la cadena de ganados y carnes expusieron sobre los efectos de la medida y expresaron el malestar que genera la actual política agropecuaria del Gobierno de Alberto Fernández. Muchos productores señalaron que una de las medidas de protesta que se podría analizar para su implementación, es un cese de comercialización. Algo que también propuso la Asamblea de autovonvocados de Bell Ville, pero no se logró un consenso con la Mesa de Enlace para llevarlo adelante. También se reclamó una mayor participación de los productores en este tipo de reuniones y en el funcionamiento de las entidades, y por otro lado se pronunciaron a favor de tener una mayor cercanía con la población urbana.

Al encuentro se sumaron consignatarios de hacienda, la industria frigorífica y trabajadores de la carne. Todos coincidieron en seguir trabajando en unidad e intentar sumar a otros sectores en desacuerdo con la política oficial. “Nos juntó el espanto, la adversidad y un Gobierno que no nos escucha. Sin embargo, tenemos que trabajar de manera coordinada, organizada y ampliar la base de reclamo sumando a otros sectores que están complicados como nosotros, para de esa manera dar un salto de calidad en la propuesta. La paciencia es compleja y las necesidades son muchas”, dijo Horacio Salaverri, presidente de CARBAP.

Por su parte, el Vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Gabriel De Raedemaeker, también cuestionó a la administración nacional y aseguró que el campo seguirá en la búsqueda de dialogar con los funcionarios y advirtiendo sobre el efecto negativo de las medidas que se están aplicando: “El Gobierno nos puso en la vereda de enfrente, ha elegido el escenario de pelea en lugar del escenario de concertación, de propiciar la producción y el ingreso de divisas y la generación de mano de obra. Hay un 50% de pobreza, que nos duele y avergüenza y el Gobierno limita la producción. Nosotros no podemos más que seguir insistiendo en el camino del diálogo y de advertencia hacia un Gobierno que siempre se ha mostrado hostil con la producción”.

Y agregó: “Desde la Mesa de Enlace insistimos permanentemente en la necesidad de un cambio rotundo en esta realidad de producción y de manejo del país y necesitamos pelear contra la verdadera causal que es la pérdida de poder adquisitivo de nuestra moneda , la inflación, el manejo de la economía y ese intervencionismo permanente. Lamentablemente nos encontramos con un Gobierno que no está dispuesto a escuchar, y que solo plantea el escenario de la pelea para captar voluntades, votos y en definitiva mantener a esa franja de la sociedad por debajo de la linea de pobreza. Todos estamos pensando en un país donde podamos progresar, y no que el progreso se encuentre en otro país”.

Impacto de las restricciones

En la primera parte del Consejo Directivo Abierto, se expuso las dificultades que atraviesa la producción con la intervención no solamente del mercado de carne, sino también del trigo, como lo denunció Mariano Otamendi, productor de Lobería, en el sur bonaerense y fundador en 1996 de la Asociación Pro Trigo (Aaprotrigo).

En relación al efecto del cepo exportador de la carne vacuna, el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), Miguel Schiariti, recordó en el Consejo Abierto lo que pasó en la cadena desde el inicio del kirchnerismo y hasta nuestros días, con los efectos de las diferentes medidas que se instrumentaron, y advirtió que con las actuales restricciones a la comercialización de carne al mundo, el precio de la carne al consumidor aumentó en mayo un 6%, en junio subió un 7,9% y en julio pese a la baja del precio de la hacienda en el Mercado de Liniers, el precio bajó tan solamente un 1%.

“El Gobierno nos quiere disciplinar y durante la pandemia nos encerraron, mientras en la Quinta de Olivos estaban de fiesta. No tienen códigos, no respetan los acuerdos y ahora nos proponen un Plan Ganadero. El mejor plan es la no intervención del Estado en el mercado. Como sector que somos estamos muy pasivos. Entre todos debemos encontrar una salida a una problemática muy compleja”, dijo Schiariti.

Los trabajadores de la carne también estuvieron presentes en el encuentro de Olavarría. Gabriel Vallejos, secretario General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne y Afines de la República Argentina, explicó que hasta el momento no hay despidos masivos en la industria frigorífica, pero si el trabajador sufrió una caída de entre un 40 y 50% del salario real, por la menor faena. “No queremos volver al 2006. Estamos gestionando ante la Secretaría de Comercio Interior para que nos escuchen y sea contemplada la situación de los trabajadores”, dijo Vallejos.

Por último, el consignatario de hacienda Alfonso Monasterio dijo que se atraviesa un momento “muy delicado”, y agregó: “Tenemos que estar muy firmes para defender al sector de la carne, al campo, y al Mercado de Liniers, que es referente en materia de precios. En tiempos donde el Gobierno nos busca dividir, la unión hace a la fuerza”.