El biólogo Brambilla presentó un informe de su visita al Museo «Gesué P. Noseda» y la noticia fue difundida a nivel nacional

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En el año 2018, se hallaron nuevos restos fósiles en el Partido de Lobería, aunque los mismos no habían sido analizados, por lo tanto no estaban en exhibición. Vale destacar que en el Museo de Ciencias Naturales «Gesué Pedro Noseda» sólo están para ser observados aquellos que tienen respaldo científico.

El doctor Luciano Brambilla, es un biólogo de la Universidad de Rosario, que visitó en 2019  el museo loberense para estudiar y analizar los restos fósiles de perezosos hallados en 2018 en el interior de la Provincia de Buenos Aires.

Brambilla es especialista en xenartros y dentro de este grupo se encuentran los gliptodontes y perezosos gigantes. Por tal motivo se acercó a investigar y estudiar el material en nuestra localidad, dada la diversidad de los mismos.

La noticia fue difundida a nivel nacional por el sitio web «PaleoArgentina», y por Mariano Magnussen, quien forma parte del equipo de trabajo del museo de Miramar, en el sitio «Noticias de paleontología».
Luego de la visita a Lobería de Luciano Brambilla, desde el Museo se le solicitó un informe de un nuevo espécimen de perezoso que se encuentra en la institución.

El informe

Rosario, 25 de marzo de 2020

Estimados Miembros del Museo
Gesué Pedro Noseda:
De mi mayor consideración:

Me dirijo a ustedes para hacerles llegar mi análisis acerca del material fósil que observé en mi visita de marzo de 2019 a su institución. Siendo mi principal foco de interés en investigación el grupo de animales denominados Xenarthros (grupo que incluye a los perezosos, los gliptodontes y los osos hormigueros) me encontré con que el fósil por ustedes presentado corresponde a un perezoso terrestre denominado Mylodon darwinii. El fósil en cuestión corresponde a la parte más posterior del cráneo de un ejemplar de la especie mencionada, que se muestra entre líneas de puntos ejemplificado sobre un cráneo completo en la figura 1 al final de este documento.
El cráneo presenta preservado los parietales, frontal, escamosos, y parte de los denominados procesos cigomáticos. En los mylodontes la región occipital, que es la parte posterior del cráneo, adopta una forma aplanada y de contorno redondeado, alta en sentido dorso ventral, pero no se encuentra preservada en el fósil hallado.
Se insinúa también la parte posterior de la órbita ocular y procesos supraorbitario. El cráneo tampoco preserva la región anterior del cráneo y por lo tanto no conserva los huesos nasales, molariformes, maxilar, premaxilar, etc.
Mylodon darwinii fue una especie de perezoso terrestre de gran tamaño, alcanzó un peso que se estima en unos 1000 a 1500 kg. Parte de un cuero perteneciente a esta especie se encontró momificado en la cueva “Ultima Esperanza”, ubicada al sur de Chile, a finales del siglo XIX por lo que conocemos que presentaba un largo y rubio pelaje compuesto por gruesas cerdas.


Estos animales tenían un arco óseo (arco nasal) que unía la parte más anterior de los huesos nasales con el premaxilar lo que lo distingue del resto de los perezosos conocidos que vivieron al final del Pleistoceno. Esta especie tenía sólo 4 molares (molariformes) a cada lado del maxilar con lo que reunía un total de 8 molariformes en el maxilar y otros 8 en su mandíbula.
Habitó el actual territorio de Argentina, Uruguay, Sur de Chile y Bolivia de donde se conoce un único hallazgo. En general los hallazgos de Mylodon darwinii son muy poco frecuentes si se lo compara con la abundancia de restos de otros perezosos como Glossotherium robustum, y Scelidotherium leptocephalum. Esto ha hecho que hasta la actualidad no se conozca completamente la anatomía ósea de Mylodon darwinii y en este escenario el hallazgo de un nuevo fósil de esta especie cobra relevancia. En argentina lo hallazgos provienen de Santa Fe, Entre ríos, Buenos Aires y Córdoba. En la porción más austral del continente sus hallazgos se dieron en cuevas y aleros como la cueva anteriormente mencionada de Ultima Esperanza y Pali-Aike, ambas en Chile.
Se estima que la especie vivió en el período conocido como Lujanense, entre 120.000 y 10.000 años cuando finalmente se extinguió. Lo hallazgos producidos en el sur de Chile y Argentina datan de 12.000 a 11.000 años.
Sin otro particular saludo a ustedes muy atentamente.

Dr. Luciano Brambilla
Universidad Nacional de Rosario