Los católicos celebraron ayer una fecha central del calendario religioso: el Domingo de Ramos, la fecha que conmemora el ingreso de Jesús a la ciudad de Jerusalén, luego de pasar 40 días en el desierto, donde fue recibido por una multitud que lo aclamó, según se relata en el Nuevo Testamento.
Ayer por la mañana, cientos de fieles participaron de la misa en la Parroquia Nuestra señora del Carmen, que fue presidida por el padre Julio Malla, quien realizó la bendición de los ramos. Debido a la lluvia caida temprano, que dejó mucha agua en la calle, se decidió que la bendición de los ramos se haga en el interior del templo, y no en la plaza, tal como se acostumbra en Lobería.
Vale destacar que más allá que muchísimos asistentes llegaron con sus ramos de olivo, otros tantos pudieron conseguir el suyo de las cajas que estaban ubicadas en el ingreso a la iglesia.
Esta celebración, marca el final de la Cuaresma y el comienzo de la Semana Santa con sus distintos momentos, la detención de Jesús, su calvario y crucifixión, y su resurrección que se celebra el próximo domingo.
Según la tradición, cuando Jesús ingresó a Jerusalén en un asno, como señal de humildad, la gente cortaba ramos de olivos con los que lo saludaban y se los arrojaban a su paso, también colocando mantas.
Los ramos de olivos bendecidos son llevados a los hogares y se colocan detrás de un crucifijo a la vista en señal de bendición. Además algunos los encienden como forma de oración. Durante toda la semana se realizarán actividades en las iglesias y capillas de la ciudad en conmemoración de la semana más importante del calendario cristiano.