El jueves pasado, en la sesión del Honorable Concejo Deliberante, la comunidad de Lobería celebró un hito histórico: la declaración de la Zona Costera de Arenas Verdes como Reserva Natural Municipal, convirtiéndose en la primera área protegida del Partido de Lobería. Este logro no fue producto del azar, sino el resultado del esfuerzo conjunto de Aves Argentinas, el Club de Observadores de Aves de Lobería y una amplia representación de la sociedad civil, quienes trabajaron incansablemente para cristalizar esta iniciativa.
La declaración otorga protección a 2,5 km de costa, asegurando la preservación de su ecosistema y reconociendo su importancia como sitio de paso de aves playeras migratorias de larga distancia, fundamentales para el equilibrio natural. Estos relevamientos constantes han permitido identificar y documentar la riqueza faunística del lugar, justificando con datos concretos la necesidad de su conservación, la cual es más crucial que nunca en el contexto actual.
Nos encontramos en una era de profundos desafíos ambientales: la pérdida acelerada de biodiversidad, el cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación de recursos naturales están afectando de manera irreversible los ecosistemas y la vida en el planeta. En este escenario, proteger áreas naturales y promover prácticas sostenibles no es solo una opción, sino una necesidad para garantizar un futuro equilibrado.
Pero la relevancia de este proyecto no se limita a su impacto ambiental. La Reserva Natural de Arenas Verdes también significa un impulso económico para la región, atrayendo ecoturismo y amantes de la observación de aves, quienes encuentran en este rincón costero un refugio de biodiversidad único. La iniciativa no solo protege la integridad ecológica del área, sino que también fomenta un desarrollo sustentable que beneficia a la comunidad en su conjunto.
Este triunfo ambiental es, sin duda, el reflejo del esfuerzo y la dedicación de quienes, de manera desinteresada, han trabajado para que hoy la protección de Arenas Verdes sea una realidad. La conservación de estos espacios es más que un compromiso: es una responsabilidad que asegura la permanencia de la diversidad biológica para las generaciones futuras, preservando además uno de las principales características y atracciones del balneario loberense. Y hoy, Lobería ha dado un paso fundamental en esa dirección.
Carlos Laboranti, director ejecutivo