Dilema de política ambiental: Petróleo en la Costa Atlántica

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El inicio del 2020 trajo aparejado un debate ambiental que involucró a miles de personas que viven en la costa atlántica de nuestro país. La explotación de hidrocarburos en el Mar Argentino generó que la población de la Provincia de Buenos Aires se manifestará en contra de esta medida. Organizaciones ambientales, cámaras empresarias, gobiernos municipales, y por supuesto, la sociedad movilizada en un concepto que, en principio, asusta: exploración offshore de petróleo sobre la costa atlántica, dos de las cuales, se encuentran en áreas asignadas a 307 km frente a ciudades como Mar del Plata y Necochea.

En el año 2019, el Estado Argentino realizó una convocatoria a distintas empresas petroleras para iniciar un proceso de exploración de hidrocarburos en el Mar Argentino. Este proceso culminó a fines de 2021, con otro gobierno, mediante la autorización del Estado Nacional, en conjunto con la Secretaría de Energía y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en donde se autoriza formalmente la exploración offshore: “El Estado Nacional, en conjunto con la Secretaría de Energía, otorgó la Declaración de Impacto Ambiental para el proyecto de adquisición sísmica en áreas de exploración offshore CAN 100, CAN 108 y CAN 114, ubicadas en la Cuenca Argentina Norte”. La Cuenca Argentina Norte se encuentra entre la Provincia de Buenos Aires y la Provincia de Rio Negro, y su exploración para la explotación de hidrocarburos es un desafío en materia energética, ambiental y comercial.

Para el caso de la Necochea, al igual que muchas ciudades de la costa, es importante considerar el impacto que representa la instalación de plataformas petroleras frente a la costa, independientemente de la distancia. Nuestra ciudad es uno de los principales puntos turísticos de Argentina, un bastión de la clase media que durante generaciones veraneó en sus playas.
Nos encontramos frente a un complicado dilema político, ¿Cuál es el costo ambiental que la sociedad está dispuesta a pagar, en pos del crecimiento económico del país?, y podría agregarse también, ¿Qué riesgos podemos asumir frente a la posibilidad de una ganancia?

El desarrollo sostenible intenta asegurar las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. El medio ambiente no tiene que ser enemigo del crecimiento económico, sin embargo, los ecosistemas nos manifiestan cada vez más drásticamente, que un crecimiento al ritmo y al volumen del siglo XX, puede comprometer seriamente la capacidad de las comunidades humanas a seguir desarrollándose.

Es importante poner en relevancia cada aspecto y cada riesgo potencial de los futuros emprendimientos offshore, es clave escuchar a las comunidades de la costa atlántica y no tomar decisiones a sus espaldas, también es importante que los controles y fiscalizaciones ambientales se cumplan.

 

Carlos Laboranti – Director Ejecutivo