Sistemas agrícolas: El INTA de la región Mar y Sierras y su estrategia de abordaje de los principales problemas que emergen

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Los equipos conformados entre investigadores y los extensionistas de la EEA INTA Balcarce, han desarrollado estrategias de monitoreo permanente en la Región Mar y Sierras. Con ello buscan estar permanentemente al tanto de los problemas que emergen en los sistemas de producción agrícola ganadera de la región, de manera de abordar su solución con nuevas propuestas de manejo.
En diálogo con Sendero Regional, Juan Erreguerena, miembro de la Agencia de Extensión Rural del INTA Lobería y director del la revista “Visión Rural”, indicó cuales son las problemáticas que van surgiendo en el medio rural, y las distintas tecnologías que, desde las Agencias de Extensión Rural de INTA Lobería, Tandil y Necochea, se proponen para la solución de las mismas.

La interacción con el medio para diagnosticarlos
El inicio del trabajo en el territorio se basa en conocer lo que pasa en cada rincón del mismo, y en ese sentido, Erreguerena indicó que “los extensionistas hemos mantenido en el tiempo un recorrido en transectas que permite dar cuenta de lo que sucede, monitoreando alrededor del 10 por ciento de la superficie de cada partido. Así se puede visualizar las rotaciones a lo largo del tiempo para cada zona agroecológica, el estado de los cultivos, la sanidad, grado de enmalezamiento, estado de las pasturas y el ganado entre otras cosas”.
El director de “Visión Rural”, expresó que “del trabajo conjunto con la investigación, surgen estrategias de abordaje del diagnóstico, encuestas, entrevistas orientadas a determinadas tipologías de productores, y el apoyo en cada intervención en el territorio.
Otra instancia del trabajo de diagnóstico se da en la interacción con organizaciones de productores y profesionales del medio en cada partido. Así tanto en Lobería, Tandil como Necochea, se trabaja con las Sociedades Rurales, delegaciones de FAA y cooperativas; y las asociaciones de Ingenieros Agrónomos de Lobería (AIAL), Necochea (AIAN) y Tandil (CIAT), también se interactúa con AAPRESID y ACREA. En estos espacios emergen las consultas sobre los problemas, inquietudes de capacitación y ajustan estrategias de intervención conjunta”.

Principales problemas detectados
De los problemas que emergen de la interacción antes descripta, Erreguerena planteó que “uno de los más preocupantes está relacionado a la permanente pérdida de calidad de los suelos. En general se visualiza una considerable tendencia a la reducción de la materia orgánica, principal fuente de estabilidad físico química del suelo, y con ello la disminución de nutrientes esenciales. Para la concientización y mejor abordaje de este problema, se trabaja en cada partido dando charlas a productores y cursos a profesionales relacionados con el manejo de las rotaciones y la nutrición de los cultivos”.
El ingeniero agrónomo, agregó que “otro factor que en muchos casos afecta a los suelos, es el exceso de uso de agua de riego, que con el correr de los años va salinizándolo y afectando su potencial productivo. Se trabaja monitoreando impacto y con charlas específicamente ofrecidas a profesionales que conducen sistemas intensivos de producción”.
Erreguerena también se mostró preocupado por la aparición cada vez más frecuente de malezas que resisten a los herbicidas más usados. “Las malezas ya instaladas y generalizadas en la región con distintos niveles de resistencia son el raigrás, las denominadas nabolsas, la rama negra y el gramón” comentó, sin dejar de nombrar a “un tipo de yuyo colorado que ha empezado a aparecer y que en el norte genera muchas pérdidas de rendimiento”.

Herbicidas residuales
Según el técnico “otro problema para no dejar de tener en cuenta es el relacionado a algunos herbicidas residuales, como por ejemplo Imidazolinonas, que en determinadas circunstancias, afectan con fitotoxicidad al cultivo siguiente. Si se lo utiliza para control de malezas en soja o girasol, puede que luego afecte el rendimiento de la cebada o trigo siguiente. Para colmo tienen un efecto de apilamiento y si se los usa en años consecutivos, va aumentando la fitotoxicidad. En el sentido de abordar estos dos problemas, desde la Unidad integrada INTA Balcarce-Facultad de Ciencias Agrarias UNMdP, se están llevando a cabo ensayos de largo tiempo y estrategias de diagnóstico de resistencia a herbicidas, así como nuevas propuestas de manejo donde el primer paso, indica que la atención de manejo es lote a lote. Una práctica que intenta reducir el impacto de la competencia de malezas y el uso de herbicidas, es la utilización de abonos verdes o cultivos de servicio, que se van expandiendo cada vez más en la región”.
Erreguerena también manifestó que “hay problemas sanitarios que se han generalizado en los cultivos de trigo, cebada, girasol y soja, a los cuales se aborda con la combinación de estrategias culturales (rotaciones, variedades) y utilización de fungicidas en momentos estratégicos”. Sumado a ellos, el ingeniero enumeró los problemas relacionados al uso de agroquímicos en el periurbano como un emergente de preocupación constante, tanto de los ciudadanos como de los profesionales, e invitó al trabajo conjunto e interinstitucional para el desarrollo de modelos de agricultura responsable que desde INTA se proponen.

Todo demostrarlo a campo
En el marco de las actividades que desarrollan en el área de extensión de los tres partidos, Erreguerena nos comentó que “se han instalados cuatro lotes demostrativos que intentan cubrir las distintas variaciones en el relieve a lo largo del territorio, cubriendo el área desde el oeste del partido de Tandil, pasando por Lobería hasta la Costa Atlántica. Como parte del proyecto, abordando el sistema agrícola ganadero de la región y tratando de mitigar el impacto que tienen sobre el medioambiente los sistemas productivos predominantes, se instaló cerca de la localidad de San Manuel, un campo demostrador donde se trabaja un modelo de intensificación sustentable posible de ser abordado por los productores de la región”.
Vale destacar que para llevar adelante la tarea, se ha conformado un equipo integrado por los ingenieros agrónomos Juan Erreguerena e Ignacio Besteiro del INTA Lobería, el ingeniero agrónomo Luis Lanzavecchia y el Tco. José Luis Laurizzi del INTA Necochea, y el ingeniero agrónomo Marcelo López de Sabando y Tco. Ezequiel Arriaga del INTA Tandil, a los que se suma la interacción con profesionales de las áreas de Producción Animal, Producción Vegetal y Economía de la UI Balcarce INTA FCA UNMdP. “Sin el trabajo en equipo, interinstitucional y el apoyo de los productores y profesionales locales, no podríamos desarrollarlo” concluyó Erreguerena.