Sergio Guglielmetti: «Yo no lo quise matar»

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Se está llevando a cabo en Lobería, el juicio por jurados por el homicidio de Gabriel Alejandro Ceci Losada, de 21 años, producido el 2 de marzo de 2018.

El único imputado es Sergio Daniel Guglielmetti, de 25 años, quien llegó escoltado por personal policial, a las 9 de la mañana en punto.

El imputado llegó mostrando cierta tranquilidad y saludando a algunos allegados que estaban en el lugar. Sendero Regional se acercó a Guglielmetti, quien aceptó dialogar antes del inicio del juicio. En ese momento, rompió en llanto y afirmó que «yo no lo quise matar, esto me cagó la vida», diciendo además que «estoy arrepentido, le pido perdón a la familia de él».

Sobre aquella noche, indicó a nuestro medio que «yo no lo quería matar, cuando vi a mi señora caída, me puse adelante y el me atacó con un fierro, ahí yo reaccioné».

Tras ingresar los integrantes del jurado, el juez Mario Juliano dio inicio al juicio, con los alegatos del fiscal Cipolletti y la defensora oficial, Laura Barbafina.

DECISIÓN. La que tomarán los integrantes del jurado al finalizar los alegatos de las partes.

A lo largo de la mañana, brindaron sus declaraciones distintos policías que tuvieron intervención en el hecho, vecinos y familiares tanto del imputado como de la víctima.

Durante el debate, el fiscal Cipolletti expuso el caño con el que Ceci Losada agredió a Guglielmetti, y la cuchilla con que el agresor apuñaló a la víctima.

Por último, hace instantes, brindó su testimonio el propio imputado, Sergio Guglielmetti. Sin poder parar de llorar, declaró que esa noche «yo les pedí que se corrieran de la ventana, porque estaban fumando y tomando alcohol, les pedí que no gritaran y que bajaran la música. En eso el me dice ‘yo acá estoy pagando y de acá no me voy’ . Ahí le dije a Cintia (su esposa), que iba a esperar que se fueran los amigos para hablar con él, porque si no se iba a armar quilombo. Cuando se va el último, le dice que al otro día volvía. Entonces yo le dije, ‘si mañana vuelven, vayan un poco más allá, porque ustedes están fumando y yo tengo a la nena con fiebre. Ahí yo discuto con él, aunque no llegamos a pelear, no llegamos a pegarnos. Yo me corro, voy hasta el árbol, y veo que la mujer del chico de atrás estaba llorando, entonces le digo que se quede tranquila que yo no iba a pelear y que iba a llamar a la Policía. Termino de decir eso y se me aparece él, atrás mío, con un palo, entonces salgo corriendo por un pasillo que hay al costado de mi casa y ahí miro para atrás, y la veo a mi señora en el piso, y no alcanzo a ver si él le pega o no le pega, yo sé que ella estaba en el piso. Ahí él se vuelve para el garage y yo entro y agarro lo primero que había, yo no fui a buscar nada, porque el cuchillo ese estaba arriba de la mesada, entonces voy y me paro adelante de ella, y le grito ‘no te acerques, ni a mí ni a ella’ y él viene corriendo desde el garage hasta la puerta de mi casa y me pega, yo habré hecho dos pasos de la puerta, nada más, yo en ningún momento fui de ahí a ningún lado. Entonces el viene, me pega y yo hago lo que haría cualquier persona y yo hago así (hizo un gesto con las manos), y suelto porque me asusto. Ahí yo salgo corriendo y me voy para atrás, por el mismo pasillito, hasta la casa de Basualdo, y le digo que por favor llamara a la Policía y a la ambulancia, porque yo me había defendido y no lo había querido lastimar. Después voy hasta la casa de «Chela» Barraza, que estaba a 20 metros de la casa de Basualdo y le dije que por favor llamara a la ambulancia y si tenía algo para ponerme en la cabeza, y ella me da un trapo y veo que estaba la nena y le dije ‘meté a la nena para adentro porque le va a hacer mal’ y me volví y me senté a mitad de cuadra a esperar que viniera la ayuda».

Tras el relato del imputado, el juez Juliano llamó a un cuarto intermedio, hasta pasadas las 14,30, en que el fiscal y la abogada defensora harán los alegatos finales, antes que el jurado debata y determine si Guglielmetti es culpable o inocente.

Vale destacar que en el juicio, estuvieron presentes familiares del imputado y de la víctima, además de público en general.